Sr.Director:
Las complicaciones mecánicas en Diálisis peritoneal (DP) son frecuentes, sobretodo, la aparición de hernias abdominales condicionadas por el incremento mantenido de la presión intraabdominal1. La presencia de comunicaciones pleuroperitoneales anómalas se traduce en la aparición de derrame pleural masivo2.
El diagnóstico suele ser clínico aunque disponemos de diversas pruebas de imagen para confirmarlo3. En nuestro centro, disponemos y hemos usado la Gammagrafía Tc-99 como técnica fácil e inocua para confirmar las sospecha clínica.
Presentamos el caso de una paciente de 52 años que inicia programa de DPCA en Abril 2008 despues de cinco años en Hemodiàlisis. Sin antecedentes patológicos de interés excepto la nefroangioesclerosis como causa de la insuficiencia renal.
El catéter de DP se colocó bajo técnica laparoscópica (Techknoff cuello de cisne, recto) sin complicaciones. A los dos meses, estaba bajo pauta de APD sin problemas. La pauta se completaba con día húmedo de bajo volumen por disconfort abdominal.
A los 4 meses de la colocación del catéter y de forma brusca presenta malestar general con dolor epigástrico intenso sin vómitos, alteraciones deposicionales ni fiebre. Ortopnea y dolor costal derecho con tos seca. Aumento de 2 Kg de peso en los días previos sin, aparentemente, disminución de la UF.
A la exploración, destacaba hipoventilación global del pulmón derecho. No habían edemas y el abdomen era anodino.
La Rx de tórax mostraba derrame pleural derecho masivo.
Se realizó toracocentesis obteniendo un litro de líquido de características similares al líquido de diálisis con alto contenido en glucosa. Cultivos negativos.
Con el diagnóstico de fuga pleural se procedió a descanso perioneal.
Se realizó Gammagrafía que mostró la presencia de fuga pleuro-peritoneal derecha (Fig1). Permaneció tres meses en Hemodiálisis y posteriormente, reinició APD sin recidiva de la clínica. Se repitió la Gammagrafía que no mostraba fuga. Durante dos meses más continuó en APD hasta ser trasplantada.
La presencia de disnea, nos obliga a descartar la patología más frecuente en nuestros pacientes (retención hidrosalina, insuficiencia cardiaca...) pero no debemos olvidarnos de las complicaciones mecánicas4.
El diagnóstico será principalmente clínico y al analizar el derrrame comprobaremos las características propias del líquido de diàlisis.
Destacamos la Gammagrafía Tc-99 como técnica sencilla y sin riesgo para el paciente como técnica para confirmar el diagnóstico.
Se realiza mediante un intercambio manual con 2 mCi de Tc 99. Pasados 10-15m se realiza la primera lectua y tras unas 3-4h de se realizan las imágenes tardías en diferentes posiciones. Para finalizar, se drena todo el líquido y se elimina según los protrocolos del Servicio de Medicina Nuclear.Figura 1.