Sr. Director:
Hemos leído con mucho interés el artículo prepublicado de su revista por Montañés y cols.1 por dos razones. La primera por su actualidad, hace tan sólo unos meses que se han publicado las fórmulas para estimar la tasa de filtrado glomerular (FGe) derivadas del estudio CKD-EPI (Chronic Kidney Disease Epidemiology Collaboration)2, y la segunda porque nuestro grupo se encuentra trabajando, aunque de forma más modesta, en la misma dirección.
Dentro de nuestro proyecto «Conociendo los Números de la Diabetes» hemos recopilado las determinaciones de glucemia basal y HbA1c (GB-HbA1c) desde Septiembre 2008 a Febrero 2009 realizadas en la Sección de Bioquímica del hospital de la Línea de la Concepción, donde se efectúan los análisis de la institución hospitalaria y de los 6 Centros de Salud de Atención Primaria (AP).
Tras excluir las 362 procedentes de la consulta externa de Nefrología, se recopilaron 4.820 determinaciones GB-HbA1c (edad media: 64±14 años), 55% efectuadas en mujeres y en un 74% provenientes de AP. De éstas, en 3.461 (72%) se solicitaba además la creatinina, en 1.397 (29%) el cociente albúmina/creatinina y en sólo 80, menos del 2%, constaba una petición específica de FGe.
Posteriormente hemos calculado el FGe en las 1.953 solicitudes que disponían de los datos de edad, sexo y creatinina mediante la fórmula clásica del MDRD (Coeficiente 186)3, ya que en el laboratorio se emplea el método Jaffé cinético modificado (Beckman) sin trazabilidad al de espectrometría de masas con dilución isotópica (IDMS)4,5.
Nuestros resultados fueron en hombres (13,2% grado 3 y 1,6% grados 1-2) y en mujeres (20% grado 3 y 3,3% grados 1-2); datos coincidentes con los más recientemente comunicados de prevalencia de enfermedad renal en pacientes con diabetes6. Al aplicar CKD-EPI el 1,2% de las mujeres y el 2,5% de los hombres empeoraron su graduación (Tabla 1).
Si aplicamos el método grafico de Bland-Alman, los resultados difieren de los de Montañés y cols.1, ya que existe una discrepancia media de 3,5 ml/min. (4,4%) a favor de MDRD en hombres y de 2,6 mil/min. (1,7%) a favor de CKD-EPI en mujeres (Figura 1). No obstante, nuestro estudio de la concordancia (Coeficiente de correlación intraclase y Coeficiente de Lin) es superior al 98%.
Estas diferencias pueden ser explicadas por la aplicación de la fórmula clásica (coeficiente 186) en lugar de MDRD-IDMS (coeficiente 175) y por la desigual población estudiada: atención primaria versus centro de referencia nefrológico, 55% mujeres versus 30% y grados 4-5 81% versus 63%. Pero por otro lado, son tan pequeñas que podemos afirmar que las nuevas fórmulas CKD-EPI son unas herramientas tan útiles como las MDRD y esperemos nos permitan dar a conocer y aumentar las peticiones de FGe en atención primaria, nuestro medio.
Tabla 1. Clasificación grados ERC por MDRD
Figura 1. Método de Bland-Alman para la concordancia entre MDRD y CKD-EPI.