Sr. Director:
Muchos retos en la cirugía de trasplante renal son resultado de las variantes anatómicas, como las arterias renales múltiples (ARM), que suceden en 12-30 % de los riñones que se han de trasplantar1-5. La evaluación quirúrgica del donante vivo determina su anatomía para establecer la seguridad de la nefrectomía, la técnica que es preciso emplear y la longitud de los vasos que se van a utilizar. La vasculatura renal compleja sigue siendo un problema que puede afectar el pronóstico del trasplante2. Los primeros estudios consideraban contraindicación los injertos con ARM por un posible aumento en las complicaciones vasculares (estenosis de la arteria renal o la trombosis de esta y sangrado)4,5, aunque actualmente su uso es más liberal3.
Nosotros estudiamos retrospectivamente 216 expedientes en 7 años, y encontramos 23 pacientes (10,6 %) que tenían ARM comparándolo con un grupo control (n = 23) de arterias renales únicas (ARU). La edad promedio en el grupo ARU fue 34 ± 10,3 años (rango 18-52), mientras que en el ARM fue de 35 ± 10,7 (rango 17-51). El sexo masculino predominó en ambos grupos (ARU: 82,6 %, n = 19; ARM: 82,6 %, n = 19). El índice de masa corporal en el grupo ARU fue de 25,08 ± 3,85 kg/m2 (rango 19,74-36,94) y en el grupo ARM fue de 25,05 ± 4,34 kg/m2 (rango 19,07-36,7). El tiempo de diálisis promedio en el grupo ARU fue de 24 ± 13,56 meses (rango 3-78) y en el ARM fue de 26,2 ± 19,21 meses (rango 0-60), sin diferencias significativas. La mayoría de los donantes en el grupo ARM fueron masculinos (n = 15, 65,2 %) y en el grupo ARU fueron femeninos (n = 17, 73,9 %). La edad promedio de los donantes en el grupo ARM fue de 35,7 ± 9,5 años (rango 21-57) y en el grupo ARU fue de 36,1 ± 10,1 años (rango 18-52). Todas las nefrectomías de donante vivo fueron realizadas de manera abierta. La glomerulonefritis fue la etiología más frecuente en el grupo ARU (54,5 %, n = 12), y la etiología desconocida, en el grupo ARM (54,5 %, n = 12).
Dos donantes fallecidos con ARM utilizaron parche de aorta sobre la arteria ilíaca externa del receptor. En los donantes vivos, 20 (95,2 %) tuvieron 2 arterias renales; 17 (73,9 %) se anastomosaron entre ellas de forma término-lateral. En 3 casos (13 %), se realizó una anastomosis en cañón de escopeta entre las 2 arterias renales con una sola anastomosis a la arteria ilíaca del receptor. Un paciente (4,3 %) con ARM tuvo 3 arterias renales, las cuales se manejaron mediante 2 anastomosis al receptor. En el grupo ARU, los donantes fallecidos (n = 2, 8,7 %) fueron manejados con parche de aorta, y los donantes vivos (n = 21, 91,3 %), a la arteria ilíaca externa de forma tradicional. Se utilizó inducción (basiliximab) en un 73 % en ARU y en un 56 % en ARM. El inhibidor de calcineurina más usado en ambos grupos fue ciclosporina (n = 15, 65,2 % ARU vs. n = 14, 60,9 % ARM).
En el grupo ARU, la complicación más común fue la herida quirúrgica (8,7 %, n = 2) y un paciente presentó estenosis ureterovesical. Las complicaciones urológicas (dos fugas de orina y un paciente con reflujo) fueron más comunes en grupo ARM, así como el retraso en la función del injerto (n = 3, 13,6 %). El total de las complicaciones del grupo ARU fue de un 13 % (n = 3) y el grupo ARM fue de 30,4 % (n = 7). No hubo complicaciones vasculares (trombosis, sangrado, estenosis) en los 2 grupos. Se presentó un linfocele en ambos grupos.
La comparación entre la creatinina sérica (mg/dl) no fue estadísticamente significativa a 1 (ARU: 1,5 ± 0,5 vs. ARM: 1,4 ± 0,4), a 3 (ARU: 1,45 ± 0,21 vs. ARM: 1,27 ± 0,28) o a 5 años (ARU: 1,46 ± 0,39 vs. ARM: 1,3 ± 0,25), al igual que la depuración de creatinina mediante Cockcroft-Gault (ml/min) a 1 (ARU: 68 ± 18 vs. ARM: 70 ± 16), a 3 (ARU: 74 ± 14 vs. ARM: 74 ± 9) y a 5 años (ARU: 65 ± 17 vs. ARM: 65 ± 13). En el grupo ARU, 7 de los pacientes (30,4 %) dejaron de ser hipertensos postrasplante, y en el grupo ARM, 10 pacientes (43,4 %). Como medida de la severidad de la hipertensión postrasplante, en el grupo ARU 7 pacientes tomaban 2 medicamentos (31,8 %) y 4 pacientes en el grupo ARM (19 %) (p = no significativa). No hubo diferencia significativa en la sobrevida de los pacientes entre ambos grupos (figura 1). La figura 2 compara la sobrevida del injerto de acuerdo con el número de arterias renales, siendo igual a 60 meses en ambos grupos.
Esto resultados muestran que la hipertensión postrasplante y las complicaciones del trasplante renal suceden sin diferencias entre los pacientes que reciben injertos con ARM y los que reciben injertos con ARU, sin afectar la supervivencia del injerto y del paciente. La presencia de ARM y la técnica de cirugía de banco ya no son una contraindicación, especialmente en trasplante renal de donante vivo.
Conflictos de interés
Los autores declaran que no tienen conflictos de interés potenciales relacionados con los contenidos de este artículo.
Figura 1. Supervivencia máxima de pacientes de trasplante renal por número de arterias renales
Figura 2. Supervivencia del injerto renal por número de arterias renales