Desde el inicio de la vacunación contra el síndrome respiratorio agudo grave por coronavirus 2 (SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2) varios grupos de investigadores han observado una débil respuesta inmunológica en pacientes portadores de trasplante de órgano sólido1,2. Ello, y que algunos pacientes trasplantados hayan sufrido enfermedad COVID19 después de estar plenamente vacunados con 2 dosis, ha determinado que en algunos países se haya recomendado una 3.a dosis de vacuna en estos pacientes3,4.
Nosotros hemos estudiado de forma prospectiva la respuesta humoral a la vacuna mRNA-1273 (Moderna) en 73 pacientes portadores de trasplante renal mediante la determinación cuantitativa de anticuerpos IgG anti-Spike de SARS-CoV-2, analizados mediante quimioluminiscencia de micropartículas –sistema Alinity de Abbott–. (v. ref.+ >50 UA/ml), inmediatamente antes de la 2.a dosis y a las 8 semanas de su administración. Los resultados se compararon con la respuesta a la misma vacuna mRNA-1273 administrada a 30 pacientes en hemodiálisis (HD), 12 en diálisis peritoneal (DP), 21 prediálisis (pre-D), y 47 controles, trabajadores sanos del hospital.
Dado su carácter prospectivo, el estudio fue aprobado por el Comité de Ensayos Clínicos con medicamentos (CEIm) de la institución, Gerencia de Asistencia Sanitaria de Ávila.
Los pacientes trasplantados tenían una edad media 60,12±10,4 y el tiempo de trasplante fue de 123 a 11.888 días y el 56,1% eran varones. Cuatro pacientes que habían sufrido infección previa por SARS-CoV-2 y 3 pacientes que tuvieron contacto estrecho con alta sospecha de infección, presentaron títulos muy elevados: 40.374,6±55.211,5UA/ml y se excluyeron del análisis. La respuesta a la 1.a dosis de vacuna definida por niveles de IgG>50UA/ml fue solo en el 16,4% (11 pacientes) con un título medio de Ac IgG anti-Spike de 270,8±322,0 (mediana: 172,9; r=52,6-19.650,3). El 79,8% presentaban niveles inferiores a 50UA/ml, y 21 (28,7%) presentaban anergia (0 - <1UA/ml). Ocho pacientes en HD, uno en DP y 2 pre-D habían sufrido infección clínica por SARS-CoV-2 y todos ellos desarrollaron una respuesta potente de Ac anti-Spike a la primera dosis de vacuna (pacientes en HD: 42.181±22.798; DP: 35.418,4UA/ml; pre-D: 36.934,3±35026,7). Del resto el 90,9% de pacientes en HD, el 72,7% de DP y el 78,9% desarrollaron respuesta de Ac>50UA/ml. con cifras medias de 377,5±350,4UA/ml (mediana: 314,9) en HD; 1.176,5±1823,8 (mediana: 646,7) en DP y 1158,3±1431,1 (mediana: 683,6) en pre-D, con diferencias significativas frente a trasplantados (p=0,004). Los pacientes trasplantados con<50UA/ml de IgG anti-Spike tenían más edad, 63,7±9 vs. 58,5±10 (p=0,1), más linfopenia 1.568±731 vs. 2.060±680 (p=0,05); y existía una correlación entre IgG anti-Spike y linfocitos: R=0,32 (p=0,007); también se apreció una cierta correlación negativa con tacrolimus, R=−0,24, y prednisona, R=−0,14, sin llegar a la significación estadística (p=0,1). A las 8 semanas de la 2.a dosis de mRNA-1273, se realizó nueva determinación de anticuerpos; 35 pacientes trasplantados presentaron ya niveles>50UA/ml, (53,03 vs. 100% de pacientes en HD, DP, pre-D y los controles sanos) (fig. 1). El título de Ac anti-Spike también fue inferior al resto de los grupos: media 1.544,11±4.279,58UA/ml (IC 95%: 2.576,58-511,6) vs. 4.000,3±5.567,2 (IC 95%: 6.683,62-1.317,03) en HD; 3.709,3±2.889,6 (IC 95%: 5.650,61-1.768,03) en DP; 7.288,4±7.849,1 (IC 95%: 12.031,6-2.545,2) en pre-D; y significativamente inferiores a los de los controles sanos: media 16.226,3±11.319,8 (IC 95%: 19.462,5-2.545,2) (fig. 2). No se evidenció ningún evento serio después de la 1.a o 2.a dosis, ni ningún fenómeno de rechazo o variación de la creatinina sérica. En el periodo de seguimiento, ningún paciente ni control presentó infección COVID19, a pesar de tener un bajo título de anticuerpos, quizás en relación con cierto grado de inmunidad celular5.
Este estudio muestra que la inmunización, en pacientes trasplantados, conseguida con la 2.a dosis de vacuna mRNA-1273 (Moderna) mejora considerablemente, pero sin llegar a una prevalencia al menos del 70% en esta población, con títulos de Ac anti-IgG anti-Spike sensiblemente inferiores a los controles y al resto de grupos de pacientes con ERCA. Dado que una gran proporción de pacientes trasplantados permanecen en riesgo de sufrir COVID-19, se debería proporcionar otra 3.a dosis de vacuna lo antes posible, como ya se está realizando en otros países6.