Sr. Director:
Todos los pacientes en hemodiálisis con marcadores infecciosos para virus de la hepatitis B negativos, deben ser vacunados1-4.
El año 1989 iniciamos un protocolo de vacunación para los enfermos de hemodiálisis. Se administraba una dosis doble de vacuna Engerix B® por vía intramuscular en el deltoides los meses 0, 1 y 6. Efectuábamos controles anuales de anticuerpos y se revacunaba anualmente con una dosis doble a los no respondedores o si nivel anticuerpos > 10 mUI/ml.
Los anticuerpos anti Hbs se determinan mediante enzimainmunoanálisis de micropartículas (MEIA). Definíamos como seroconversión un título de anticuerpos > 10 mUI/ml.
El protocolo se mantuvo hasta el 2003. Este año cambiamos la pauta, pasando a 4 dosis dobles de vacuna. Los enfermos que habían iniciado la pauta antigua siguieron con el protocolo de 1989.
En esta población la tasa de respuesta es baja, en ocasiones no llega al 50%. Algunos pacientes sólo mantienen protección cortos periodos, aconsejándose monitorizar anualmente el título de anticuerpos. Algunos autores utilizan otras pautas de vacunación o administran coadyuvantes para mejorar la respuesta inmunológica5-8.
La vacunación y control de anticuerpos para la hepatitis B exige dedicación, tiempo y seguimiento por médicos y enfermería. Estudios epidemiológicos muestran pacientes en diálisis no vacunados o con títulos de anticuerpos no determinados. En 1995 solo el 35% de los pacientes de los Estados Unidos estaban vacunados9-11.
Con el protocolo de 1989, en el primer control analítico anual determinábamos marcadores serológicos y anti Hbs, procediendo seguidamente de modo estricto a la vacunación.
En el año 2004 iniciamos la determinación de anticuerpos anti hepatitis B semestralmente. En el 2007 teníamos en 31 pacientes del protocolo de 1989, controles semestrales y anuales de anti Hbs. Los valores obtenidos nos aportaban:
No respondieron en ningún control a la primera vacunación ni a las revacunaciones 6 pacientes (19,35%).
Los 25 pacientes restantes (80,65%) tenían en alguno de los controles niveles de anticuerpos anti Hbs superiores a 10 mUI/ml. En 17 de ellos (54,8%) los controles semestrales no aportaban información distinta a la anual.
En 8 pacientes del grupo de respondedores (tabla I), los controles semestrales aportaban información no obtenida en las determinaciones anuales. En 4 de estos pacientes (12,9%) los anticuerpos anti Hbs ya habían descendido de los niveles protectores, por tanto podían beneficiarse de la revacunación seis meses antes del control anual.
En 7 pacientes (22,5%), controles semestrales tras revacunación mostraban valores protectores de anticuerpos, pero el control anual había descendido de 10 mUI/ml, estos datos inducían a valorarlos como no respondedores. Además 3 de estos 7 pacientes nunca tenían niveles de anticuerpos protectores en los controles anuales. Sin los controles semestrales se hubieran considerado no respondedores a la vacuna.
Los controles semestrales de anticuerpos nos muestran pacientes que responden a la vacunación no detectados sólo con controles anuales. Además nos indica que un grupo de pacientes ya a los seis meses ha disminuido su nivel de anticuerpos de 10 mUI/ml y se beneficiarían de un protocolo de vacunación semestral.
Tabla 1.