La disfunción de los catéteres de hemodiálisis es un tema complejo y con alta morbilidad. Estudios clásicos han evaluado la presencia de trombos en los catéteres a través de la ecocardiografía transesofágica1. Nunca se ha estudiado el papel de la ecocardiografía transtorácica como una herramienta útil en la evaluación de los catéteres de hemodiálisis. El mal funcionamiento de catéteres de hemodiálisis tunelizados suele deberse a una trombosis del sistema, probablemente relacionado con el daño endotelial producido por el roce continuo de la punta del catéter en la pared del vaso o de la aurícula derecha2. Las manifestaciones clínicas son la disfunción del catéter mediante la obstrucción de la luz, embolismos pulmonares, embolia paradójica sistémica o sobreinfección del sistema3. La mayoría de las veces, la trombosis del catéter cursa de forma insidiosa.
El objetivo de nuestro estudio es evaluar la utilidad de la ecocardiografía transtorácica como prueba diagnóstica inicial para detectar la presencia de trombos en pacientes con catéter venoso tunelizado para hemodiálisis. Dieciocho pacientes (7 mujeres y 11 hombres) fueron seguidos en nuestro hospital (39,59 ± 38,12 meses en programa de hemodiálisis), con una edad media de 72,53 ± 18,09 años. Los pacientes presentaban hipertensión arterial (82,4%), diabetes mellitus (41,2%), dislipemia (17,6%), tabaquismo (23,5%) y cardiopatía isquémica previa (11,8%). Ningún paciente estaba diagnosticado de trombofilia; el 17,6% tomaban antiagregantes y el 5,9%, anticoagulantes orales. A todos ellos se les realizó ecocardiograma transtorácico con un equipo Philips iE33. Entre los hallazgos ecocardiográficos, destacaban la presencia de hipertrofia ventricular izquierda con función sistólica conservada y calcificación valvular, como se muestra en la tabla 1. La punta del catéter se logró visualizar correctamente en 14 casos (77,8%), y de todos los pacientes sólo 5 habían recibido un reemplazo por mal funcionamiento del catéter (27,8%).
La presencia de trombos en la aurícula derecha se produjo en una paciente de 36 años (5,6% de la muestra) asintomática y en programa de hemodiálisis por síndrome nefrótico con hialinosis focal y segmentaria, siendo el hallazgo confirmado mediante estudio transesofágico.
A pesar de tratarse de un número reducido de pacientes (la inmensa mayoría en programa de diálisis crónica son portadores de fístulas arteriovenosas), la novedad de este estudio estriba en que es la primera vez que se emplea una técnica no invasiva y de bajo coste, como la ecocardiografía transtorácica, para visualizar los catéteres y evaluar la existencia de trombos, con lo que se evitan así complicaciones potencialmente graves en pacientes portadores de catéteres tunelizados de hemodiálisis. En nuestro estudio conseguimos la correcta visualización del catéter en un alto porcentaje de pacientes. Por lo tanto, parece recomendable la realización rutinaria de ecocardiografía en aquellos pacientes con catéteres de hemodiálisis crónicamente implantados, si bien estudios con un mayor tamaño muestral deberían reforzar la hipótesis de la utilidad de dicha técnica diagnóstica.
Conflictos de interés
Los autores declaran que no tienen conflictos de interés potenciales relacionados con los contenidos de este artículo.
Tabla 1. Principales hallazgos ecocardiográficos