Sr. Director:
La donación de cadáver es insuficiente para cubrir las necesidades de trasplante de órganos. Por ello, es importante potenciar la donación de vivo, para intentar cubrir dichas necesidades1,2. En el ámbito de habla hispana, la donación de vivo ha tenido un escaso desarrollo en la mayoría de los países. En este sentido, las unidades generadoras de donantes de cadáver han sido una pieza clave en el desarrollo de la donación de cadáver, y posiblemente constituyan una pieza importante en el desarrollo de la donación de vivo3. El objetivo de este estudio es analizar la actitud hacia la donación de vivo, renal (DVR) y hepática (DVH), entre el personal hospitalario de las unidades generadoras de donantes de órganos de cadáver españolas y latinoamericanas, y analizar las variables que la determinan.
A partir del estudio «Proyecto Colaborativo Internacional Donante» se seleccionaron siete hospitales con unidades generadoras de donantes de órganos de cadáver (unidad de cuidados intensivos, unidad de reanimación posquirúrgica y unidad de neurocirugía), dos de España, tres de México y dos de Cuba. Se realizó un muestreo aleatorio y estratificado por categoría laboral en dichas unidades. El estudio de campo se realizó durante el año 2006. La actitud se valoró mediante una encuesta validada4-6, que se cumplimentó de forma anónima y autoadministrada. Se realizó estadística descriptiva, y se aplicaron los test de la t de Student y de la chi cuadrado2.
Han sido encuestados 283 profesionales de las unidades generadoras. De ellos, el 90% (n = 254) está a favor de la DVR relacionada, el 6% (n = 16) en contra y el 4% (n = 13) indeciso. Por países, están a favor de la DVR el 95% (n = 71) de los cubanos, el 92% (n = 44) de los españoles y el 87% (n = 139) de los mexicanos (p >0,05). Respecto a variables sociopersonales y laborales no se observan significaciones relevantes, excepto en la situación laboral, estando más a favor de este tipo de donación los que tienen una plaza laboral estable frente a los que son temporales (el 95 frente al 85%; p = 0,007) (tabla 1). Del resto de variables, se objetiva una actitud más favorable entre los que tienen una actitud a favor hacia la donación de cadáver (p <0,001), los que aceptarían un riñón procedente de donante vivo si fuera necesario (p <0,001), los que están a favor de la DVH (p <0,001), los que sus parejas tienen una actitud favorable hacia la donación y el trasplante (p = 0.010) y los que realizan o han realizado actividades de tipo prosocial (p = 0,013) (tabla 1).
En cuanto a la DVH, el 84% (n = 237) está a favor de la DVH relacionada, el 11% (n = 32) en contra y el 5% (n = 14) indeciso. Por países, están a favor de la DVH el 87% (n = 65) de los cubanos, el 85% (n = 41) de los españoles y el 82% (n = 131) de los mexicanos (p >0,05). No se objetivan relaciones significativas en variables sociopersonales ni laborales. Del resto de variables se observa una actitud más favorable entre los que han tenido experiencia personal con la donación y el trasplante (p = 0,032), los que están a favor de la donación de cadáver (p = 0,001), los que están a favor de la DVR(p <0,001), los que aceptarían un hígado procedente de donante vivo si fuera necesario (p <0,001) y los que realizan o han realizado actividades de carácter prosocial (p <0,001) (tabla 1).
La actitud hacia la donación de vivo, tanto renal como hepática, es muy favorable entre el personal hospitalario de las unidades generadoras de donantes de órganos de cadáver de España y Latinoamérica. La actitud es más favorable que la observada en estudios previos valorados con el mismo cuestionario4. Así, los datos obtenidos en el año 2003 por nuestro grupo3 mostraban una actitud favorable hacia la DVR del 86% y DVH del 68%. Por ello, las expectativas ante este tipo de donación son cada vez más positivas y optimistas. La DVR es más aceptada en general que la hepática, posiblemente por tratarse de una donación de bajo riesgo8,9 para el donante.
Se observa que en la actitud hacia la donación de vivo no influyen factores sociopersonales, religiosos ni de actitud hacia el cuerpo7,9. Sí que se observa una importante asociación entre las actitudes hacia la DVR y DVH, por lo que parece claro que el principal problema en la donación de vivo es aceptarla. Hay que destacar que no existen diferencias en función de la categoría laboral, ni entre profesionales sanitarios o no sanitarios6,9.
En conclusión, podemos afirmar que la actitud hacia la donación de vivo entre el personal de las unidades generadoras de donantes de órganos de cadáver español y latinoamericano es muy favorable, por lo que pueden ser una pieza de promoción importante en el momento actual que se quiere potenciar la donación de vivo, siempre que se den las condiciones sociopolíticas y económicas necesarias para su desarrollo.
Tabla 1. Donación de vivo en las unidades generadoras de donantes españolas y latinoamericanas