Sr. Director:
El tratamiento estándar de la intoxicación grave por etanol consiste en un tratamiento agresivo con soporte cardiovascular, respiratorio y un estrecho control de los electrolitos, evitando la hipotermia y la hipoglucemia. Existen varios casos de pacientes que han sido tratados satisfactoriamente sólo con tratamiento conservador por intoxicaciones severas por etanol; la hemodiálisis se recomienda en pacientes con signos severos de intoxicación y niveles séricos altos de etanol superiores a 600 mg/dl, siendo menores en casos de adolescentes1.
Presentamos el caso de un paciente con intoxicación severa por etanol tratado con hemodiálisis, con disminución rápida de los niveles séricos del mismo.
Hombre de 57 años de edad, con antecedentes de epilepsia desde hace 30 años, ex-enolismo, traumatismo craneoencefálico grave en 2008 como consecuencia de una crisis epiléptica. Fue hallado inconsciente en su domicilio, con 2 botellas de whisky vacías y sospecha de ingesta de 4 g de carbamazepina. En la exploración se encontraba en estado de coma, con pupilas ligeramente anisocóricas, pulso 67 lat/min, tensión arterial 80/50 mmHg, temperatura 36,2 ºC; en la auscultación pulmonar presentó murmullo vesicular disminuido en hemitórax izquierdo. El resto de examen no era reseñable.
Hemodinámicamente inestable, a su ingreso en la unidad de cuidados intensivos precisó tratamiento vasopresor y soporte respiratorio. Se hallaron niveles tóxicos de etanol de 650 mg/dl. En la analítica: Na 137 mmol/l; K 4 mmol/l; Cl 106 mmol/l; glucosa 173 mg/dl; urea 42 mg/dl; creatinina 1,39 mg/dl; anión gap de 18 mOs/kg; hiato osmolar 126 mOs/kg. Gasometría arterial, pH 7,05; HCO3 16,6 mmol/l; pCO2 60 mmHg; pO2 47 mmHg. Debido a la inestabilidad y a la mala respuesta al tratamiento conservador, se decidió realizar hemodiálisis de 3 horas de duración con un dializador de polisulfona a un flujo sanguíneo de 250 ml/min. Tras dicha sesión, los niveles séricos de etanol disminuyeron a 373 mg/dl y se corrigió la acidosis metabólica.
El paciente presentó,posteriormente, un cuadro de broncoaspiración y pancreatitis aguda que se resolvieron con tratamiento antibiótico y conservador.
La diálisis fue sugerida por primera vez en 1960 como tratamiento de la intoxicación grave por etanol, ya que ésta es cuatro veces más rápida que la eliminación fisiológica del etanol2. Sin embargo, existe la controversia de decidir qué pacientes con intoxicación grave son subsidiarios de hemodiálisis. Algunos autores sugieren que es suficiente con un tratamiento conservador3, aunque otros indican que la hemodiálisis debe ser considerada con un nivel sérico mayor de 600 mg/dl4, ya que puede acortar la duración del estado de coma, disminuir el riesgo de broncoaspiración, corregir la hipotermia e hipoglucemia, mejorar la acidosis metabólica y reducir el riesgo de arritmias. Además, dicho alcohol, es fácilmente eliminado por la hemodiálisis al ser una molécula pequeña, hidrosoluble y no estar unido a proteínas, además de tener un limitado volumen de distribución.
Nosotros recomendamos plantearse la hemodiálisis como opción terapéutica en aquellos pacientes con signos graves de intoxicación por etanol que no mejoran clínicamente tras un tratamiento conservador, valorando las conocidas complicaciones agudas de la hemodiálisis.