Sr Director:
Durante los últimos años han sido abundantes las publicaciones sobre hemodiálisis diaria que reflejan los beneficios que el aumento de frecuencia conlleva, especialmente en el área cardiovascular y control de la tensión arterial1,2,3. Sin embargo, en la práctica clínica muchas veces chocamos con enormes reticencias de los pacientes ante dicha tecnica de dialsis, ya que perciben un empeoramiento de su calidad de vida al tener que acudir todos los días a la unidad de diálisis4,5. Ello se complica aún más en áreas de salud como la nuestra (Segovia) donde el 50% de la población habita en núcleos rurales, debiendo sufrir en ocasiones viajes de más de 1 hora.
En este sentido, el aumento de frecuencia de diálisis a 4 días podría producir algunos beneficios cardiovasculares con una mejor aceptación por parte de los pacientes que la hemodiálisis diaria
Presentamos los datos de 12 pacientes de nuestra unidad que cambiaron a la modalidad de 4 sesiones semanales durante los años 2006 a 2008 y fueron seguidos durante 8 meses. La edad media era 67,5 años, el flujo arterial medio 354,16 ml/min y el del baño de diálisis 666,67 ml/min. Se utilizaron pruebas no paramétricas para el análisis de los datos
El aumento de frecuencia permitió un incremento significativo del tiempo de diálisis pasando de 798,75 minutos semanales a 966,81. Al analizar la dosis de diálisis, tanto el EKR según Casino y López (18,8 vs 21,64), el PRU semanal (236,82 vs 305,48), y el KT semanal (198,88 vs 238,31l) mostraron un aumento en la dosis de diálisis recibida. Las ganancias interdiálisis disminuyeron significativamente (2,61 vs 1,52 Kg), así como la ultrafiltración horaria media durante la sesión (600 vs 375 ml). Igualmente se consiguió alcanzar el peso seco al final de las sesiones (con un margen de +/- 300mg) en un mayor número de ocasiones (52,79 % vs 76,09%). Los valores de tensión arterial prediálisis se redujeron significativamente (145,83 / 76,66 vs 125,01 / 67,27) y en menor medida los valores postdiálisis (135,41/ 73,75 vs 119,98 vs 65,90), y el número de fármacos antihipertensivos disminuyó (1,41 vs 0,45) (tabla 1). No se observaron diferencias en la número de hipotensiones o calambres intradiálisis, ni en los valores de albúmina, colesterol, calcio, fósforo, PCR, npcr, peso seco o empleo de quelantes de fósforo.
En conclusión, el aumento de frecuencia a 4 sesiones semanales nos permitió incrementar el tiempo semanal y, consecuentemente la dosis de diálisis recibida. La tensión arterial se controló mejor, con necesidad de menos fármacos, las ganancias interdiálisis disminuyeron significativamente, así como la ultrafiltración horaria y se alcanzó más fácilmente el peso seco prescrito, con lo cual los enfermos que más se pueden beneficiar del aumento a 4 sesiones semanales son aquellos con hipertensión no controlada, excesivas ganancias interdiálisis o que precisen una mayor dosis de diálisis.