Queremos transmitir en nombre de todos los autores el agradecimiento por mostrar interés en nuestra publicación como se refleja en su carta al director1,2.
Efectivamente, el tamaño muestral es una limitación de nuestro trabajo y así está reflejado en la discusión, si bien es cierto que se trata de la serie prospectiva española más amplia de fracaso renal agudo (FRA) en pacientes con COVID-19 directamente atendidos por nefrología en la fecha de la publicación. Esto supone un sesgo de selección negativo de los pacientes más críticos que precisaron una interconsulta al nefrólogo por la gravedad del cuadro, la necesidad de diálisis o las complicaciones añadidas. En ningún momento podemos tomar nuestra serie de 41 pacientes como una representación del FRA del paciente COVID en general, de hecho, nuestro planteamiento de análisis es fundamentalmente descriptivo. Nuestro enfoque es destacar la tremenda variabilidad de causas, presentaciones clínicas y desenlaces que hemos recogido y que van más allá de la afectación directa del riñón por la infección SARS-CoV-2 o por la tormenta citoquínica. Queríamos dar una perspectiva desde el punto de vista del nefrólogo, aportando claridad en un momento de grandes vacíos de información. Recuérdese que el informe COVID19 del Ministerio de abril de 2020 no reconocía la enfermedad renal crónica (ERC) como factor de riesgo, ni aportaba evidencia publicada de que el FRA fuese un problema asociado al COVID-193.
En cuanto al diagnóstico diferencial entre FRA y ERC, ya especificábamos en el apartado de métodos que se utilizaron los criterios KDIGO para el diagnóstico del FRA. Queda aclarado en el apartado de características basales, dentro de los resultados, que nuestra población presentaba ERC de base en un 36,6%. En nuestro análisis previo sobre 1.600 pacientes ingresados en todo el hospital durante la primera ola se analiza específicamente la asociación de la ERC y del FRA de manera separada en el pronóstico de los pacientes4. En comentario editorial del mismo número se incide precisamente en este punto, la dificultad de separar el FRA puro del deterioro de una ERC preexistente5.