Sr. Director:
Hemos leído con interés el artículo arriba referenciado y hemos constatado la escasa información específica sobre pacientes en diálisis peritoneal (DP) que se aporta1. Existen varias publicaciones en los años noventa sobre el uso del acetato cálcico/carbonato magnésico (CAMG) como captor de fósforo. Destaca una serie de 32 pacientes en la que este se compara con quelantes cálcicos y metálicos2. Sin embargo, esta línea de trabajo se pierde con el desarrollo de los nuevos captores (sevelamer y lantano). Disponemos de estudios recientes que recuperan el interés por el CAMG en hemodiálisis (HD), comparando su eficacia con otros captores en monoterapia. Sin embargo, no disponemos de ningún ensayo clínico parecido en DP. Los estudios que consiguieron la autorización del CAMG incluían pacientes en DP, pero no se han realizado subanálisis específicos de pacientes en esta técnica domiciliaria. Ya hemos publicado previamente acerca de la necesidad de este tipo de estudios, puesto que el manejo del hiperparatiroidismo (HPTH) en DP no es idéntico a en HD3.
Por ello, queremos aportar datos sobre nuestra experiencia preliminar con 10 pacientes en DP con HPTH moderado (hormona paratiroidea [PTH] basal media 277 pg/ml rango [150-606]), en los que se inició tratamiento con CAMG (Osvaren®) durante 6 meses. Nuestro objetivo principal ha sido evaluar la tolerabilidad y seguridad del fármaco y obtener resultados preliminares sobre su eficacia en el control del fósforo sérico. Los pacientes (54,8 ± 9,4 años y 50 % varones) llevaban una mediana de tiempo de 6,3 meses en DP (7 en diálisis peritoneal continua ambulatoria, 3 en diálisis peritoneal automatizada) y cumplían los objetivos de eficacia de diálisis. La mediana de dosis de tratamiento durante el seguimiento fue de 2 comprimidos al día (rango 1-3). El tratamiento fue bien tolerado en todos los casos y no fue preciso reducir dosis por efectos secundarios. En dos pacientes hubo que reintroducir otro captor de fósforo a dosis bajas (en uno 750 mg/24 h de carbonato de lantano y en otro 1200 mg/24 h de carbonato de sevelamer), 7 recibían Zemplar® y 3 Mimpara® desde al menos 3 meses antes del inicio del CAMG. Al inicio del tratamiento 7 pacientes presentaban fósforo en rango de guías K/DOQI con la pauta previa y en tan solo 4 meses todos estaban bien controlados con CAMG. Los pacientes que cumplían simultáneamente los objetivos para fósforo y PTH de las guías K/DOQI pasaron de 4 a 8 en ese tiempo. El fósforo medio bajó de 4,8 ± 0,6 mg/dl a 4,6 ± 1,0 mg/dl al final del semestre de seguimiento.
Somos conscientes de las limitaciones de nuestro análisis preliminar, pero nuestro interés es mostrar la posibilidad de utilización de CAMG en DP. Resulta llamativo que, de las 30 determinaciones analíticas realizadas durante el seguimiento, solamente encontramos un valor de magnesio elevado (1,8 mmol/l) y ninguno de calcio superior a 10,5 mg/dl. En todos estos casos no hubo repercusión clínica y fue corregido fácilmente con ajuste de baño de diálisis o dieta. Cuatro pacientes presentaban calambres inicialmente y ninguno al final del seguimiento. Ninguno de los pacientes presentó problemas de intolerancia gastrointestinal y el tratamiento permitió la reducción del uso de laxantes.
Los escasos datos disponibles sobre el uso de CAMG en DP pueden deberse, en parte, al miedo a los efectos secundarios (intolerancia gastrointestinal e hipermagnesemia) y, por otro lado, a la dificultad para realizar estudios en las unidades de DP, aún pequeñas en nuestro país.
Disponemos de evidencias indirectas de que la hipomagnesemia supone mayor problema clínico que la hipermagnesemia en pacientes en DP4, de forma similar a lo comentado por De Francisco para pacientes en HD1. En efecto, varios estudios observacionales encuentran que el magnesio bajo se asocia a peor control del HPTH, mayores calcificaciones, desnutrición y mayor mortalidad5,6.
Por otro lado, el efecto laxante resulta interesante en DP, ya que la gran mayoría de los pacientes necesitan fármacos laxantes para conseguir un ritmo intestinal adecuado (una deposición diaria). Para finalizar, el coste de los nuevos quelantes no cálcicos multiplica por 6 el coste del CAMG, algo relevante para la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario7.
Consideramos por todo ello que el CAMG puede tener un papel como primer escalón de tratamiento en DP y que son necesarios más estudios específicos en DP.
Conflictos de interés
Los autores declaran que no tienen conflictos de interés potenciales relacionados con los contenidos de este artículo.