Los catéteres tunelizados se utilizan a diario en la práctica clínica de la Nefrología, generalmente asociado a pacientes que no tienen otra opción de acceso vascular (AV) para hemodiálisis, mediante fístula arteriovenosa o prótesis vascular. Es ampliamente conocido que el uso de catéteres venosos centrales (CVC) aumenta, de forma considerable, la comorbilidad de los pacientes portadores; sobre todo por las infecciones y riesgo de bacteriemia.
La colonización de los catéteres tunelizados aun no produciendo bacteriemia, también es una fuente de comorbilidad y gasto sanitario importante, a tener en cuenta.
El género Pandoraea se consideran patógenos emergentes, especialmente en pacientes con fibrosis quística, pero existen pocos datos sobre los resultados de pacientes colonizados con estos organismos.
Presentamos a un paciente varón de 79 años con hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, fibrilación auricular, así como enfermedad renal crónica terminal secundaria a mieloma múltiple IgA kappa, diagnosticado en marzo del 2013, tratado con bortezomib, dexametasona y que actualmente está en remisión pero con necesidad de terapia renal sustitutiva con hemodiálisis.
Paciente portador de CVC yugular derecho, que desde su entrada en programa crónico de hemodiálisis, ha presentado numerosas infecciones localizadas en el orifico de salida del acceso vascular (Escherichia coli, Stenotrophomonas maltophila, Acinetobacter baumannii, Staphylococcus epidermidis), tratadas con antibioterapia tópica y sistémica según antibiograma. Estas infecciones se determinaron tanto en muestras extraídas con clínica local (enrojecimiento, secreción y/dolor), así como en los respectivos cultivos de control postratamiento.
La última colonización del orifico de salida del CVC fue por Pandoraea spotorum (P. spotorum), por lo que dados sus antecedentes infecciosos y tras información acerca de la bacteria aislada; se decide retirada del CVC, realización de FAVi e implante de un nuevo CVC en localización femoral en espera de maduración de FAVi.
El paciente evolucionó satisfactoriamente, permaneció en todo momento afebril, asintomático, con adecuados parámetros analíticos y sin nuevos episodios de colonización por dicho microorganismo ni otros gérmenes.
El género Pandoraea es un bacilo gramnegativo, aerobio estricto, no fermentador de glucosa y móviles gracias a la presencia de flagelos1. El género Pandoraea surge de un reestudio de las especies comprendidas en el complejo «Burkholderia cepacia»; contiene 9 especies, de las que solo 5 tienen nombre: Pandoraea apista, Pandoraea pulmonicola, Pandoraea pnomenusa, P. spotorum y Pandoraea norimbergensis2. La identificación a nivel de especie de este nuevo género resulta compleja, ya que a menudo presentan patrones fenotípicos similares a otras especias bacterianas. La Pandoraea es un patógeno raro aislado en pacientes con septicemias y enfermedades crónicas del pulmón, en concreto la fibrosis quística2–4.
Se consideran patógenos emergentes multirresistentes y son poco conocidos, particularmente en términos de resistencia natural, mecanismos de resistencia adquirida e impacto pronóstico de la enfermedad y la función pulmonar. Son patógenos nosocomiales asociados a equipamiento, sistemas de ventilación o desinfectantes contaminados5. También se han encontrado en alimentos, agua y lodo del suelo6.
La terapia antibiótica de las infecciones causadas por especies del genero Pandoraea es compleja ya que se demuestra activo frente a numerosos antibióticos del tipo ampicilina, cefazolina, cefalosporinas de amplio espectro, aztreonam, piperazilina y aminoglucósidos. Siendo variable para quinolonas, sulfametoxazol/trimetoprin, colistina y carbapenems2,4,7,8.
La P. spotorum en concreto, se ha descrito previamente en pocos casos de pacientes con fibrosis quística procedentes de España, Australia, Argentina, Francia y Estados Unidos, haciendo hincapié en la necesidad de más datos clínicos para un mejor conocimiento de su patogenicidad. Esto se debe probablemente a la dificultad de identificar y diferenciar correctamente las especies de este género9.
En el presente caso, se trata de un paciente inmunodeprimido susceptible de infección o colonización por gérmenes oportunistas. El múltiple uso de antibióticos tópicos y sistémicos también puede producir una selección de microorganismos favoreciendo este tipo de infecciones raras. Por lo tanto, debemos seleccionar y valorar el uso de tratamientos antibióticos prolongados y potenciar el cuidado de los CVC. Otra hipótesis es la posible colonización asintomática de las vías respiratoria por Pandoraea, en paciente como ya hemos mencionado con inmunodeficiencia. Desconocemos cuál puede ser el papel de este género sobre la función pulmonar en pacientes con broncopatías crónicas y su potencial invasivo en una bacteriemia.