Sr. Director:
Presentamos el caso de una mujer de 86 años con antecedente de diabetes mellitus tipo 2 mal controlada, que ingresa por episodio de hipotensión arterial, fiebre, disuria y fracaso renal agudo en contexto de sepsis de etiología urinaria. Los datos de laboratorio mostraron: leucocitos 27.200 x 10e3/µl, glucosa 170 mg/dl, creatinina 5,1 mg/dl, urea 217 mg/dl, proteína C reactiva 232 mg/l. En la radiografía de abdomen se observa gas rodeando la silueta vesical, compatible con cistitis enfisematosa (figura 1 A).
En los cultivos no se observó crecimiento microbiológico. Se inició tratamiento con hidratación intravenosa, insulinoterapia y antibioterapia con meropenem, además de cateterización vesical, presentando adecuada respuesta. Se produjo recuperación sin complicaciones posterior a tres semanas de tratamiento antibiótico con normalización de función renal (figura 1 B).
La cistitis enfisematosa es una entidad clínica rara, progresiva y fatal si no se detecta de manera temprana. Más del 90 % de los casos ocurren en pacientes diabéticos e inmunodeprimidos. Los microorganismos más frecuentemente involucrados son Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae. El mecanismo por el cual hay producción de gas en las infecciones enfisematosas no es del todo claro. En los pacientes diabéticos una de las razones puede ser la producción de CO2 por el microorganismo a través de la fermentación de la glucosa, lo cual ocurre cuando la concentración de esta última es alta. El mejor método diagnóstico son las imágenes radiológicas (radiografía simple o tomgrafía axial computarizada). Se debe mantener un alto índice de sospecha de esta rara complicación potencialmente mortal, sobre todo en una población de ancianos diabéticos que presentan infección del tracto urinario.
Un tratamiento conservador con antibióticos y cateterización de la vejiga es generalmente exitoso, con una tasa de complicaciones inferior al 20 %. Esta estrategia disminuye la mortalidad sin necesidad de intervención quirúrgica y con preservacion de la función renal.
Conflictos de interés
Los autores declaran que no tienen conflictos de interés potenciales relacionados con los contenidos de este artículo.
Figura 1. Cistitis enfisematosa