El fracaso renal agudo (FRA) posrenal representa el 10-17% de las causas del FRA1. Se caracteriza por la obstrucción a la salida del flujo urinario y puede ser debido a litiasis, neoplasias abdominopélvicas, anomalías anatómicas, etc.
Se presenta el caso de una mujer de 80 años con antecedentes de apendicectomía que desarrolló posteriormente un seudomixoma peritoneal2.
Mujer de 80 años con antecedentes de apendicectomía por apendicitis aguda secundaria a cistoadenoma mucinoso apendicular 12 años atrás. Consultó por astenia, dolor y aumento del perímetro abdominal en los últimos meses, además de incontinencia urinaria y oligoanuria de varios días de evolución.
A la exploración, TA 137/82mmHg. Auscultación cardiorrespiratoria y exploración neurológica: normal. Abdomen globuloso, doloroso a la palpación. Globo vesical en hipogastrio.
En analítica: deterioro de la función renal (creatinina de 2,45mg/dl y FG de 18ml/min) y microalbuminuria de 180mg/g. Resto normal.
La tomografía axial computarizada (TAC) abdominal (figura 1); hipercaptación en peritoneo parietal, infiltración mesentérica y estructura adyacente al ciego con relación al tumor mucinoso apendicular, además de hidronefrosis bilateral (iiiizquierda y i-ii derecha). Ecografía-doppler renal, sin estenosis de arterias renales. Punción-aspiración con aguja fina: material mucinoso y escasa celularidad con atipia de bajo grado compatible PMP de bajo grado.
TAC: a y b) Hidronefrosis bilateral, grado 2 derecha y grado 3 izquierda; c y d) Dilatación del uréter distal (U). Engrosamiento lineal con hipercaptación en algunas zonas del peritoneo parietal (flecha) e infiltración mesentérica. Moderada ascitis tabicada en pelvis (*). Estructura tubular adyacente al ciego con relación al tumor mucinoso apendicular (flecha).
Tras sondaje vesical: retención urinaria de 1.900ml.
Se sometió a cirugía citorreductora, falleciendo durante el postoperatorio por síndrome de distrés respiratorio. La función renal tras el sondaje, y previa a la intervención quirúrgica, fue mejorando hasta alcanzar función renal basal. Evolución de los parámetros analíticos se muestran en la tabla 1.
La patogenia del PMP ha sido atribuida a la rotura, el derrame o las metástasis de una neoplasia mucinosa primaria de un órgano peritoneal, especialmente apéndice y ovario2,3.
Los signos y síntomas más frecuente son dolor, distensión/obstrucción intestinal, sobreinfección y clínica miccional.
Se diferencian 2 tipos: adenomucinosis peritoneal diseminada (DPAM) o PMP de bajo grado y carcinomatosis peritoneal mucinosa (PMCA), con un comportamiento más agresivo4.
El principal tratamiento es la cirugía citorreductora que incluye apendicectomía, ooforectomía bilateral y omentectomía más quimioterapia sistémica. Otros autores proponen quimioterapia intraperitoneal o radioterapia abdominal postoperatoria.
El PMP es un proceso raro que se asocia a tumores de bajo grado de malignidad cuyo origen no está aclarado, aunque se apuntan a la neoplasia apendicular como origen primario.
Se aconseja extirpar el apéndice en casos de seudomixoma, aunque este aparezca macroscópicamente sano4-6.
El pronóstico depende del estadio y diferenciación del tumor asociado5,6.