Sr. Director:
La cefepima es una cefalosporina de cuarta generación muy usada en el medio hospitalario1. Tras su aprobación se han descrito casos aislados de encefalopatía en pacientes con función renal normal2 y con deterioro de la misma3,4. No obstante la información sobre las manifestaciones clínicas y el pronóstico de esta reacción adversa es escasa. Por ello consideramos de interés comunicar siete casos de encefalopatía por cefepima en pacientes con insuficiencia renal. Estos casos correspondian a 4 varones y 3 mujeres con edad media de 63 años. Todos los pacientes presentaban deterioro de función renal, agudo o crónico, cuando se prescribió la cefepima. El valor medio de creatinina al inicio del tratamiento fue 3.6 mg/dl y la dosis inicial de cefepima de 2.75 g/día; en 5 pacientes la dosis estaba ajustada al grado de función renal. El tiempo medio transcurrido desde el inicio del tratamiento hasta la aparición de los síntomas fue de 5.4 días. Las manifestaciones clínicas más comunes fueron la disminución del nivel de conciencia (71.4%) y mioclonías (71.4%) . El EEG fue patológico en los seis casos en que se realizó, mostrando status epiléptico no convulsivo en 3 casos, actividad global lentificada con paroxismos repetitivos en 2 casos, y afectación difusa con predominio de ondas trifásicas en 1 caso. La TAC craneal y la punción lumbar fueron normales en todos los casos. Tras el diagnóstico de encefalopatía, se suspendió la cefepima. Tres de los pacientes recibieron diálisis. La evolución clínica fue favorable en 3 casos (42.9%), de los cuales 1 había recibido hemodiálisis. Los 4 pacientes restantes (57.1%) fallecieron a causa de la encefalopatía.
El uso de cefepima en pacientes con insuficiencia renal, aun a dosis ajustadas, puede ocasionar una encefalopatía grave por lo que su administración debe evitarse o usarse con máxima vigilancia en estos pacientes. La aparición de alteraciones en el nivel de conciencia y las mioclonías deben alertarnos sobre la aparición de un status no convulsivo ante lo cual realizaremos un EEG ya que es la prueba diagnóstica más útil. La hemodiálisis no parece modificar la evolución clínica.