Introducción: La poliquistosis hepatorrenal autosómica dominante (PQHR) es la enfermedad renal hereditaria más frecuente (1/800 personas) y constituye la nefropatía de base del 15% de pacientes en lista de espera de trasplante renal.
En torno al 40% de estos pacientes deben someterse a una nefrectomía antes de entrar en lista de espera. El alto porcentaje de complicaciones (70% en nefrectomía abierta y 20% en laparoscópica) ha llevado a desarrollar alternativas terapéuticas como la embolización percutánea.
Material y métodos: Presentamos una serie de 12 pacientes consecutivos a los que se les realizó la embolización percutánea de un riñón poliquístico (de cara a inclusión en lista de espera de trasplante renal). Todos fueron valorados previamente por Urología, objetivándose falta de espacio para implantación de un injerto renal en base a la exploración física y la TAC.
El procedimiento se llevó a cabo por Radiología Vascular con un protocolo de premedicación consistente en todos los casos en: profilaxis con cefazolina, analgesia con 1.er y 2.° escalón de la OMS (rescates puntuales con morfina) y dosis pre-embolización de 1mg/kg de Urbason con prednisona 0,5mg/kg mantenida al alta en pauta descendente.
Todos los pacientes tenían una TAC previa con un volumen renal medio (calculado con la fórmula del elipsoide) de 2355,04±807,19cc.
Resultados: Doce pacientes (11 varones, 91,6%) con una edad media de 55,5±10 años, una prevalencia de hipertensión arterial del 100% y de diabetes mellitus del 25%. Todos estaban en diálisis (58,3% en DP) con un tiempo en la técnica de 12,91meses.
No hubo complicaciones tras el procedimiento (no sangrado, sobreinfección o complicaciones mecánicas), únicamente necesidad de rescates puntuales con opiáceos mayores que se retiraron al alta, siendo la duración media del ingreso solo de 5,58±2días.
En la TAC de control postembolización a los 4,37±1,3 meses se vio una reducción del volumen renal de 1.026,55±531cc, y tras ser reevaluados nuevamente por Urología, fueron incluidos en lista de espera.
Conclusiones: En base a nuestra experiencia, la embolización de riñones poliquísticos se muestra como una alternativa segura y menos costosa que la nefrectomía abierta (con menos días de ingreso hospitalario y ausencia de complicaciones graves), siendo además efectiva, de tal forma que no supone un retraso en la inclusión en lista de espera de trasplante renal.