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Vol. 39. Núm. 1.enero - febrero 2019
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Vol. 39. Núm. 1.enero - febrero 2019
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El valor de la MAPA y de los parámetros de lesión subclínica de órgano diana en el diagnóstico de hipertensión refractaria
The value of ABPM and subclinical target organ damage parameters in diagnosis of resistant hypertension
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M. Inmaculada Poveda Garcíaa,
Autor para correspondencia
inmapoved@hotmail.com

Autor para correspondencia.
, M. Dolores del Pino y Pinoa, Raquel Alarcón Rodriguezb, Cristian Rodelo-Haadc, Tesifón Parrón Carreñob
a Unidad de Gestión Clínica de Nefrología, Complejo Hospitalario Torrecárdenas, Almería, España
b Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina, Universidad de Almería, Almería, España
c Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), Córdoba, España
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Tabla 1. Características basales de los grupos con hipertensión refractaria e hipertensión pseudorrefractaria
Tabla 2. Análisis de regresión logística binaria para los factores de riesgo de la hipertensión arterial refractaria
Tabla 3. Análisis de regresión logística para el cálculo del valor predictivo de las variables en su conjunto: hipertrofia del ventrículo izquierdo, microalbuminuria y retinopatía
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Resumen
Introducción

El presente estudio tiene como objetivo destacar la importancia de la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) y de los parámetros de lesión subclínica de órgano diana en el diagnóstico de hipertensión refractaria (HR).

Métodos

Se estudiaron pacientes con diagnóstico de HR (n=112). Se analizaron variables demográficas, antropométricas, riesgo cardiovascular y lesión subclínica de órgano diana y se relacionaron con la confirmación de HR a través de la MAPA.

Resultados

Del total de 112 pacientes con el diagnóstico de HR derivados desde atención primaria se confirmaron mediante MAPA el 61,6% de los casos (n=69). Se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,001) en la aparición de lesión subclínica de órgano diana en los hipertensos refractarios respecto a los pseudorrefractarios. Un 84% de los pacientes con HR presentaban microalbuminuria: 66,25±30,7mg/dl). El 44,9% tienen una enfermedad renal crónica estadio 3 con filtrado glomerular medio de 59ml/min/1,73m2. El 56,5% presentaba hallazgos ecocardiográficos de hipertrofia de ventrículo izquierdo. El examen de fondo de ojo reveló que un 64% de los pacientes presentaban retinopatía hipertensiva. Las 3 variables que se asociaron a mayor riesgo de HR fueron la presencia de microalbuminuria, retinopatía hipertensiva e hipertrofia de ventrículo izquierdo por ecocardiograma (OR 5,7, 6,2 y 11,2, respectivamente).

Conclusiones

Nuestro estudio demuestra que la búsqueda sistemática de daño de órgano diana, especialmente en lo referente a albuminuria, es una herramienta sencilla y barata, con un valor predictivo de HR alto (85%). Podría ser de utilidad en circunstancias en las que es necesario priorizar la realización de MAPA.

Palabras clave:
Monitorización ambulatoria de la presión arterial
Hipertensión refractaria
Lesión subclínica de órgano diana
Abstract
Introduction

We aimed to assess the effectiveness of ambulatory blood pressure monitoring (ABPM) and subclinical target organ damage parameters for diagnosis of resistant hypertension (RH).

Methods

We assessed demographic and anthropometric variables, the incidence of cardiovascular events and subclinical target organ damage (n=112). We also studied the relationship between these variables and the ABPM results.

Results

Of the 112 patients referred from primary care with a diagnosis of RH, 69 (61.6%) were confirmed by ABPM. We found statistically significant differences (P<.001) between patients with RH and pseudo-resistant hypertension in the appearance of subclinical target organ damage. A percentage of 84 of the patients had microalbuminuria: 66.25±30.7mg/dl); 44.9% had stage 3 chronic kidney disease: the average glomerular filtration was 59ml/min/1.73m2; and 56.5% had left ventricular hypertrophy on echocardiography. Fundoscopy revealed that 64% of the patients had hypertensive retinopathy. Three variables were associated with an increased HR risk: microalbuminuria, hypertensive retinopathy and left ventricular hypertrophy (OR 5.7, 6.2 and 11.2, respectively).

Conclusions

This study shows that the systematic testing for target organ damage, particularly in terms of albuminuria, is a simple and inexpensive tool, with a high predictive value for RH (85%), which could be useful for prioritising patients who need ABPM.

Keywords:
Ambulatory blood pressure monitoring
Resistant hypertension
Subclinical target organ damage
Texto completo
Introducción

La hipertensión arterial (HTA) es considerada el principal factor de riesgo cardiovascular. La hipertensión refractaria (HR) se define como la incapacidad de alcanzar el objetivo de presión arterial (PA140/90mmHg o PA130/80mmHg en diabéticos o pacientes con enfermedad renal crónica) a pesar del uso de 3 o más fármacos antihipertensivos a dosis plenas, siendo uno de ellos un diurético1,2.

Se estima que aproximadamente el 13% de los pacientes hipertensos tratados tienen HR3,4. El porcentaje exacto es difícil de estimar porque un número elevado de pacientes con HR presentan HTA pseudorrefractaria, es decir, son pacientes con un diagnóstico incorrecto de HR debido a un tratamiento médico incorrecto, la no adherencia al tratamiento o la imprecisión en la medición de la presión arterial en consulta5.

Existen 2 pilares fundamentales para el tratamiento y buen control de la presión arterial: la modificación de los hábitos de vida y el uso adecuado de fármacos antihipertensivos3, siendo el principal objetivo en el tratamiento de la HTA lograr la mayor protección cardiovascular de los pacientes.

En las últimas décadas se ha determinado que la alta variabilidad de la PA se asocia con el desarrollo, la progresión y la severidad del daño orgánico y, por tanto, con un aumento del riesgo de mortalidad6. Por ello, la determinación de la PA, así como la evaluación de sus fluctuaciones, se estudian por distintos métodos como, por ejemplo, la monitorización ambulatoria de la PA de 24h (MAPA) o la automedida de la PA, cada vez más utilizados en nuestras consultas.

De ahí que la importancia de estos métodos de medición sean fundamentales para el diagnóstico de HR vs. pseudohipertensión, ayudando a discernir entre las fluctuaciones y la aparición del daño orgánico subclínico7.

En la prevención primaria la estratificación del riesgo cardiovascular se refiere a la utilización de datos tanto demográficos (edad, sexo, antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular) como de factores de riesgo cardiovascular (diabetes, dislipidemia, obesidad, etc.). Así pues, en el diagnóstico de la HTA se recomienda la búsqueda de lesión de órgano diana subclínica tanto en los pacientes con HR como en los que tienen HTA clasificada como pseudorrefractaria. La detección de dicho daño subclínico es un potente predictor de futuros eventos cardiovasculares independientes de la evaluación sistemática del riesgo vascular (score), y añade un riesgo adicional de acuerdo con las guías clínicas de la ESH/ESC8,9. El médico que atiende a pacientes con HTA deriva a los pacientes a consultas especializadas para la realización de una MAPA con objeto de obtener el diagnóstico de HR. Uno se puede preguntar si estos pacientes con HR tienen daño orgánico objetivable que pudiera ayudar al diagnóstico de HR. En la práctica clínica sería de gran ayuda disponer de parámetros que permitan distinguir entre HR y HTA pseudorrefractaria, sin olvidar que la realización de MAPA es necesaria para obtener un diagnóstico de certeza.

El presente estudio tiene como objetivo destacar el valor de la MAPA y de los parámetros de la lesión subclínica de órgano diana en el diagnóstico de HR.

Material y métodos

Se trata de un estudio de cohortes, transversal y prospectivo, realizado en los pacientes consecutivos remitidos desde atención primaria a las consultas de Nefrología con el diagnóstico de HR en los años 2016-2017.

La HR real se definió como la MAPA en 24h140/90mmHg a pesar del tratamiento con dosis totales de 3 fármacos antihipertensivos incluyendo un diurético, tras excluir la no adherencia al tratamiento y las causas secundarias de HTA.

Se incluyeron los pacientes mayores de 18 años que no habían sido diagnosticados previamente de enfermedad cardiovascular. Fueron excluidos los pacientes con enfermedad renal crónica estadio4 y aquellos con proteinuria en rango nefrótico, diabetes mellitus o enfermedad cardiovascular manifiesta (enfermedad cerebrovascular, enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardiaca, enfermedad arterial periférica sintomática o ingreso hospitalario debido a enfermedad cardiovascular).

Dentro de las variables demográficas y clínicas registradas se incluyeron la edad y el sexo, el año de diagnóstico de la HTA y el historial de tabaquismo. En las variables antropométricas se registraron datos como el peso y la altura y se calculó el índice de masa corporal (kg/m2).

La PA se midió de 3 formas: medición de la PA en la consulta, donde se tomó la media de 3 determinaciones; automedición de la PA, estimada a través de las tomas de PA en el domicilio aportadas por el paciente; y a través de 2 MAPA: una basal y otra tras las modificaciones en el tratamiento.

Se realizó una búsqueda sistemática de lesión de órgano diana incluyendo un análisis de sangre para el cálculo del filtrado glomerular a través de la fórmula MDRD-4. También se realizó un análisis de orina para la medición de la microalbuminuria en una sola muestra aislada matutina. Para la valoración cardiaca se realizó tanto un electrocardiograma de 12 derivaciones como un ecocardiograma para el estudio de hipertrofia de ventrículo izquierdo (HVI). Para la valoración de la arteriopatía periférica se utilizó el índice tobillo-brazo y el fondo de ojo para el despistaje de retinopatía hipertensiva.

Se registró el uso de fármacos antihipertensivos antes y después de la MAPA y los cambios en la medicación realizados tras esta.

En el estudio estadístico se realizaron comparaciones entre grupos utilizando la t de Student o la Chi-cuadrado, dependiendo de si eran variables continuas. Se usó la regresión logística para identificar factores de riesgo de HR. Además, se calculó el área bajo la curva, la sensibilidad, la especificidad, el valor predictivo positivo (VPP) y el valor predictivo negativo (VPN) para valorar la capacidad de predicción del modelo.

A partir de los datos de regresión logística se desarrollaron modelos para calcular el valor predictivo de diagnóstico de HR utilizando variables de daño orgánico. Estos cálculos están basados en publicaciones previas10. Para conocer el valor predictivo de las variable en su conjunto se aplica la siguiente fórmula: LN (odds)=β0+βiXi+β2X2...+βkXk

Todo ello fue calculado mediante el programa estadístico SPSS versión 22.0 para Windows.

Resultados

Del total de 112 pacientes con el diagnóstico probable de HR derivados desde atención primaria se confirmó este diagnóstico mediante MAPA en solo el 61,6% (n=69). Por lo tanto, la cohorte final incluyó un total de 69 pacientes con HR. La edad media de la cohorte fue de 48,8±13,34 años y el 59,4% eran varones. El 87% fueron de raza caucásica y el 13% de raza negra. Las características antropométricas de la población estudiada fueron: peso medio 76,6±10,52kg, talla media 168,87±7,49cm, índice de masa corporal medio 26,67±3,95kg/m2) (tabla 1)

Tabla 1.

Características basales de los grupos con hipertensión refractaria e hipertensión pseudorrefractaria

  Hipertensión refractaria (n=69)  Hipertensión pseudorrefractaria (n=43)  pa 
Mediciones antropométricas
Edad (años), media  48,8  42,83  0,02b 
Varones, %  59,4  46,6  0,18a 
Caucásicos, %  87  95,3  0,147a 
Talla (cm), media  168,87  168,08  0,756c 
Peso (kg), media  76,6  76,5  0,87c 
IMC, media  26,67  26,54  0,85c 
Factores de riesgo cardiovascular, %
Fumador activo  18,8  11,6  0,312a 
Alcohol  10,1  2,3  0,312a 
Obesidad  56,5  58,1  0,866a 
Dislipidemia  44,9  30,25  0,121a 
Lesión de órgano diana, %
Microalbuminuria  84,1  34,9  0,001a 
Enfermedad renal crónica  44  20,9  0,04a 
HVI por electrocardiograma  56,5  4,7  0,001a 
HVI por ecocardiograma  85,5  20,95  0,001a 
Retinopatía hipertensiva  78,7  30,2  0,001a 
Enfermedad arterial periférica  25  0,001a 
a

Valor de p obtenido por Chi-cuadrado de Pearson.

b

Valor de p obtenido por t de Student.

c

Valor de p obtenido por U de Mann-Whitney.,

El 18,8% eran fumadores activos y el 11,6% exfumadores. Presentaban obesidad el 56,5%, glucemia basal alterada el 15,9% y dislipidemia el 44,9% (tabla 1).

En el análisis de las variables relacionadas con la medición de la PA destacó en los pacientes con HR en consulta una frecuencia cardiaca media de 75,58lpm, una PAS media de 154,16mmHg y una PAD media de 93,1mmHg. La medición a través de la automedida de la PA determinó una frecuencia cardiaca de 73,78lpm, una PAS media de 151,12mmHg y una PAD media de 90,39mmHg. Y en la MAPA se obtuvo una frecuencia cardiaca de 73,04lpm, una PAS media de 150mmHg y una PAD media de 88,67mmHg. Se analizó el patrón circadiano a través de la MAPA con el resultado de que el 78,3% presentaban un patrón dipper, el 13% non-dipper y el 8,7% riser.

En lo referente a la aparición de lesión de órgano diana se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,001) en los hipertensos refractarios respecto a los pseudorrefractarios. La HR se asoció a lesión subclínica de órgano diana; un 84% presentaban microalbuminuria: 66,25±30,7mg/dl). El 44,9% tienen una enfermedad renal crónica estadio 3 con filtrado glomerular medio de 59ml/min/1,73m2. El 56,5% presentaba hallazgos ecocardiográficos de HVI. El examen de fondo de ojo reveló que un 64% de los pacientes presentaban retinopatía hipertensiva. El 24,6% tuvieron un índice tobillo-brazo patológico (tabla 1), a pesar de no presentar clínica de arteriopatía periférica (tabla 1).

En relación con los fármacos hipotensores, destaca que el 100% de los pacientes con HR tomaban diuréticos, el 73,9% antagonistas del calcio, el 53,6% IECA, el 50,7% ARA-II, el 40,6% alfabloqueantes, el 39,1% betabloqueantes y el 18,8% simpaticolíticos.

El 46,3% tomaba tratamiento antihipertensivo combinado con 3 fármacos, seguido del 43,5% con 4 fármacos y el 10,1% con 5 fármacos.

Tras la realización de la MAPA y el reajuste del tratamiento se valoraron las modificaciones tanto en la PA como en el patrón circadiano y el número de fármacos, obteniéndose una reducción de la PA de 8,6 y 5,7mmHg en la PAS y la PAD en 24h, respectivamente, en los refractarios reales, y de 6,2 y 4,1mmHg en la PAS y la PAD en 24h en los pseudorrefractarios (p<0,001). Se consiguió un cambio en el patrón circadiano a patrón dipper en el 97% de los pacientes refractarios y en el 100% de los pseudorrefractarios. La modificación en el tratamiento médico también fue estadísticamente significativa (p<0,001), con una disminución de 0,93 fármacos en los pacientes con HR y 0,47 fármacos en los pseudorrefractarios.

Lesión de órgano diana y diagnóstico de hipertensión refractaria

El análisis de regresión logística binaria de los pacientes con HR ajustado por tipo de lesión del órgano diana se recoge en la tabla 2. Las variables iniciales incluidas en el modelo fueron: edad, sexo, índice de masa corporal, perímetro abdominal, grado de obesidad, dislipidemia, hábito tabáquico, microalbuminuria, MDRD-4, retinopatía hipertensiva e HVI por ecocardiograma. Las 3 variables que se asociaron a mayor riesgo de HR fueron la presencia de microalbuminuria, retinopatía hipertensiva y HVI por ecocardiograma (OR 5,7, 6,2 y 11,2, respectivamente).

Tabla 2.

Análisis de regresión logística binaria para los factores de riesgo de la hipertensión arterial refractaria

Parámetros  OR  IC 95% 
Microalbuminuria  5,70  1,73-18,70  <0,01 
Retinopatía hipertensiva  6,19  1,96-19,50  <0,01 
Ecocardiograma HVI  11,25  3,65-34,63  <0,001 

Variables introducidas en el modelo: edad, sexo, índice de masa corporal, perímetro abdominal, grado de obesidad, dislipidemia, tabaquismo, microalbuminuria, MDRD-4, retinopatía hipertensiva, ecocardiograma de hipertrofia de ventrículo izquierdo.

En vista de los resultados, se calculó mediante curvas ROC la capacidad de predecir la asociación entre las variables incluidas en el análisis multivariante. La presencia de microalbuminuria mostró la mejor área bajo la curva de todas las variables incluidas en el modelo (0,83; IC 95% 0,76-0,91; p<0,001), seguida por la presencia de HVI con una área bajo la curva de 0,80 (IC 95% 0,72-0,89; p<0,001) (fig. 1).

Figura 1.

Cálculo, mediante curvas ROC, de la capacidad de predecir hipertensión refractaria de las variables incluidas en el análisis multivariante (microalbuminuria e hipertrofia del ventrículo izquierdo).

(0.07MB).

La sensibilidad, que expresa el porcentaje de pacientes correctamente identificados por el modelo, y la especificidad, que valora la capacidad del modelo de identificar aquellos que no tienen riesgo de desarrollar HR, fueron de 79,4 y 71,7% para microalbuminuria y de 86,3 y 73,9% para la HVI, respectivamente. El VPP para la presencia de microalbuminuria fue de 84,4% y el VPN fue de 65,1%. El VPP y el VPN de la presencia de HVI fueron de 82,6 y 79%, respectivamente.

La tabla 3 muestra los datos obtenidos, a partir de la regresión logística, que se utilizan para el cálculo del valor predictivo de las variables en su conjunto: HVI, microalbuminuria y retinopatía. Los valores de B, Exp(B) y la constante se utilizan para el cálculo del valor predictivo de HR usando la fórmula: LN (odds)=β0+βiXi+β2X2...+βkXk. El modelo predice un riesgo de experimentar HR del 95% si el paciente presenta de forma simultánea microalbuminuria, HVI y retinopatía.

Tabla 3.

Análisis de regresión logística para el cálculo del valor predictivo de las variables en su conjunto: hipertrofia del ventrículo izquierdo, microalbuminuria y retinopatía

BETWaldGlSig.Exp(B)IC 95% para Exp(B)
Inferior  Superior 
Paso 1aHVI_Ecocarido_num(1)  2,887  0,491  34,533  0,000  17,944  6,850  47,005 
Constante  −1,041  0,336  9,620  0,002  0,353     
Paso 2bHVI_Ecocarido_num(1)  2,649  0,531  24,867  0,000  14,140  4,992  40,053 
Retinopatia(1)  1,886  0,533  12,529  0,000  6,593  2,320  18,735 
Constante  −1,977  0,486  16,564  0,000  0,139     
Paso 3cHVI_Ecocarido_num(1)  2,290  0,565  16,455  0,000  9,876  3,266  29,864 
Microalbuminutira_Catego(1)  1,837  0,600  9,376  0,002  6,275  1,937  20,333 
Retinopatia(1)  1,915  0,580  10,892  0,001  6,788  2,177  21,169 
Constante  −3,016  0,669  18,629  0,000       
a

Variable introducida en el paso 1: HVI_Ecocardiograma.

b

Variable introducida en el paso 2: Retinopatía hipertensiva.

c

Variable introducida en el paso 3: Microalbuminuria.

Discusión

Dentro de la gran población de sujetos con HTA se estima que aproximadamente un 15% no logran un control adecuado de la PA a pesar del uso de al menos 3 fármacos antihipertensivos. Estos pacientes son los llamados hipertensos refractarios al tratamiento, representando uno de los desafíos clínicos más importantes en el manejo de la HTA11,12. Este grupo de sujetos con HR se caracteriza por una historia larga de HTA, obesidad, dislipidemia y afectación de órgano diana que puede ser renal, HVI o retinopatía hipertensiva, entre otras.

En la última década se ha añadido la MAPA a las maniobras diagnósticas y terapéuticas, como son garantizar la adherencia al tratamiento y la optimización de este, y el estudio de la HTA secundaria. Gracias a la MAPA se identifican los sujetos verdaderamente hipertensos refractarios de los hipertensos pseudorrefractarios, que son un 30%, tal y como ocurre en nuestro estudio, donde se observa que solo el 68% de los pacientes presentaban realmente HR confirmada con MAPA13.

Por tanto, la MAPA es una herramienta útil para el diagnóstico, el tratamiento, el seguimiento y el pronóstico de pacientes con HTA resistente. La realización de una MAPA permite una clasificación correcta en los 4 subgrupos establecidos de hipertensos (HTA resistente verdadera, HTA resistente a la bata blanca, HTA resistente controlada y HTA resistente enmascarada) con una mayor caracterización del sujeto, con sus matices clínicos y un mejor ajuste del tratamiento de la HTA, lo que se traduce en una disminución de los efectos secundarios, una mayor adherencia al tratamiento y un menor coste económico.

La utilización de la MAPA ha permitido conocer el valor pronóstico de la HTA nocturna, como se describe en el estudio de Muxfeldt y Salles7, que determina la PA nocturna como el mejor factor pronóstico en la HR, tal y como se ha comprobado en este estudio, donde resalta la alta prevalencia de pacientes con patrón circadiano non-dipper tanto con HR como pseudorrefractarios, permitiendo, gracias a este método, intensificar la cronoterapia y ajustar la medicación en horario nocturno, como describen Hermida et al. en su estudio12.

El objetivo general del tratamiento antihipertensivo en pacientes con HTA resistente será mantener el control de la PA diurno y nocturno. El presente estudio pone de manifiesto que los hipertensos refractarios presentan una mayor edad media que los pseudorrefractarios, mayor prevalencia en varones y una mayor afectación cardiovascular (obesidad, glucemia basal alterada, dislipidemia), coincidiendo con los datos descritos en el estudio de Brown et al.15.

En cuanto a la lesión de órgano diana, se pudo comprobar que el 87% de la cohorte presentaba al menos la afectación de algún órgano diana, siendo la lesión más prevalente en esta población la aparición de microalbuminuria, hallazgo que coincide con el descrito en otros estudios (Armario)16; además, el filtrado glomerular de los pacientes con HR es menor que el de los pacientes con HTA pseudorrefractaria14. La prevalencia de la afectación cardiaca, medida como HVI17, fue del 61%, similar a la de otras publicaciones14 y superior a la de hipertensos no refractarios. La retinopatía hipertensiva se presentó en el 79,7%, hecho que coincide con lo descrito en la literatura11, tal y como ocurre con la arteriopatía periférica, que aunque durante la anamnesis ningún paciente refirió clínica indicativa de dicha enfermedad, se obtuvo que el 27,8% presentaban un índice tobillo-brazo patológico, probablemente secundario a la arteriosclerosis causada mayoritariamente por la HTA y el hábito tabáquico18.

Cabe recordar la importancia de las modificaciones en el estilo de vida, con hábitos saludables con el fin de evitar la obesidad y la elevada ingesta de sal y alcohol y fomentar el ejercicio físico. Una vez concienciada la población de la importancia de estos cambios en el estilo de vida y comprobado dicho cambio en la consulta, para conseguir un adecuado control de la PA en los pacientes con HR es necesario recurrir al uso de al menos 3 fármacos hipotensores, tal y como marcan las directrices de la Sociedad Europea de Hipertensión15.

Dentro de los grupos farmacológicos destaca la utilización de diuréticos, siendo los más utilizados los del grupo de las tiazidas y antialdosterónicos. Se ha confirmado que el 90% de los pacientes es tratado con la tríada clásica (diurético, IECA o ARA-II y antagonistas del calcio). En el 43,5% de los pacientes donde dicho tratamiento no ha sido suficiente el cuarto grupo más utilizado ha sido los alfabloqueantes, seguido de los betabloqueantes y, por último, los simpaticolíticos.

En casos donde el acceso a la MAPA no es fácil, existe la posibilidad de analizar parámetros de daño orgánico para predecir la presencia de HR vs. HTA pseudorrefractaria, por lo que la detección de daño de órgano diana, dado su VPP tal y como se ha descrito en los resultados, puede ser una herramienta que ayude a priorizar, que no sustituir, la realización de la MAPA. El VPP de HR para la presencia de microalbuminuria fue del 84,4% y el VPN fue del 65,1%. El VPP y el VPN de la presencia de HVI fueron del 82,6 y 79%, respectivamente. Por lo tanto, la probabilidad de certeza en el diagnóstico de HR es aproximadamente de un 85% utilizando parámetros como la microalbuminuria o la HVI. Si se dispone de 3 parámetros en el mismo paciente ?microalbuminuria, HVI y retinopatía? el valor predictivo de HR usando las 3 variables en su conjunto es del 95%

Sin embargo, la MAPA es necesaria para instaurar la llamada cronoterapia, es decir, realizar una administración temporalizada, en el periodo de un día, del tratamiento antihipertensivo con el objetivo de optimizar la eficacia del mismo. Gracias a las modificaciones se consiguió un cambio en el patrón circadiano a patrón dipper, una reducción de la PA y evitar un aumento del número de fármacos o incluso disminuirlo en pacientes con HR y HTA pseudorrefractaria.

Conclusión

Nuestro estudio demuestra que 4 de cada 10 pacientes diagnosticados de HR realmente no lo son tras la realización de la MAPA, por lo que podemos considerar esta como el estándar de referencia recomendado para el diagnóstico de HTA verdadera y, además, permite reajustar el tratamiento médico en cada paciente. La búsqueda sistemática de daño de órgano diana, especialmente en lo referente a albuminuria, es una herramienta sencilla y barata, con un valor predictivo de HR alto (85%). Considerando en su conjunto la microalbuminuria, la HVI y la retinopatía, el valor predictivo de HR asciende a un 95% y podría ser de utilidad en circunstancias en las que es necesario priorizar la realización de MAPA.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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