Sr Editor,
Hemos leído con mucho interés el trabajo publicado en la revista Nefroplus por los Dres Montoya y cols1 en relación al riñón de Page. Se trata de una excelente revisión en la que se describe a fondo esta rara entidad, tanto en su vertiente diagnóstica como terapéutica.
Nos gustaría, con esta carta, aportar información complementaria a la ya ofrecida por los autores con un hallazgo ecográfico que creemos de interés, recientemente descrito por nosotros2.
En nuestro trabajo describimos un paciente trasplantado y antiagregado con aspirina al que se le practicó una nefrostomía percutánea para solventar una estenosis urétero-vesical mientras se planeaba la cirugía definitiva. A las 48 h de colocarle la derivación, presentó oliguria y deterioro de función renal. La tensión arterial no se modificó. La ecografía bidimensional reveló un gran hematoma subcapsular y la ecografía doppler color una perfusión renal conservada con flujo arterial y venoso normales. El doppler pulsado mostró la existencia de un aumento de las resistencias intrarrenales con inversión del flujo diastólico en todo el riñón. Fue intervenido en las siguientes 24 horas. Se realizó evacuación del hematoma subcapsular con lo que recuperó diuresis, se normalizó la función renal y el patrón doppler volvió a la normalidad2.
La inversión del flujo diastólico en el doppler pulsado se ha considerado clásicamente patognomónico de trombosis venosa renal3. Sin embargo, también pueden presentarlo, de forma reversible, el rechazo agudo y la necrosis tubular aguda severa3, la toxicidad por anticalcineurínicos4 y, en nuestra experiencia, el riñón de Page3.
Finalmente, creemos de gran interés la realización de una ecografía doppler tras cada intervencionismo renal de cara a diagnosticar las complicaciones asociadas al mismo. Asimismo, es importante conocer que la inversión de flujo diastólico en el doppler no indica necesariamente que estemos ante una trombosis de la vena renal.