El trabajo publicado por Macías et al.1, «Altos volúmenes convectivos se asocian a la mejoría del perfil metabólico en los pacientes diabéticos en hemodiafiltración online», describe interesantes observaciones relacionadas con la HbA1c, un marcador de la hiperglucemia crónica2,3. Ellos muestran que, en pacientes tratados con hemodiafiltración, el volumen de sustitución medio anual fue correlacionado significativamente con el incremento de los niveles de c-HDL y de prealbúmina, como también con la reducción de la PCR y de los triglicéridos. Adicionalmente, las personas tratadas con hemodiafiltración y volúmenes de sustitución medio anual de 29,3±1,7 l/sesión disminuyeron significativamente los valores de HbA1c comparadas con aquellas que recibieron volúmenes de sustitución medio anual de 23,9±1,9 l/sesión (HbA1c –0,51±1,24% vs. 0,01±0,88%)1. Estas observaciones resultan sugestivas, sin embargo, es importante considerar el desempeño analítico del ensayo utilizado para medir la HbA1c. Tanto en la práctica clínica como en la investigación, la cuantificación de la HbA1c con métodos estandarizados y de buen desempeño fortalece la confiabilidad de los resultados2-5.

Los beneficios de la hemodiafiltración en personas con enfermedad renal crónica avanzada, que requieren diálisis, fueron atribuidos a su capacidad para remover sustancias de pequeño (< 500Da) y mediano (0,5-40 kDa) peso molecular6,7. La mejoría de la dislipidemia, del proceso inflamatorio crónico, del estrés oxidativo, del daño endotelial y de las interferencias en la cascada de coagulación fue relacionada con la remoción convectiva de moléculas de mediano tamaño6,7. Asumiendo que la precisión y la exactitud del ensayo para medir la HbA1c utilizado por Macías et al. permiten distinguir las variaciones reportadas y que estas observaciones son reproducibles, ¿qué mecanismos estarían involucrados en el mejor control de la hiperglucemia crónica durante el tratamiento con hemodiafiltración y altos volúmenes de sustitución?