La comorbilidad de los pacientes en hemodiálisis tiene relación directa con el tipo de acceso vascular. El riesgo de complicaciones aumenta con el uso de catéteres venosos centrales comparado con fístulas arteriovenosas1. Las infecciones son las complicaciones más frecuentes y graves asociados a estos2. Estas suelen ser causa de su retirada y de incidencias graves como osteomielitis, endocarditis, tromboflebitis y muerte entre un 5 y un 10% de los pacientes portadores de catéteres3. Los patógenos comunes causantes de infecciones en hemodiálisis suelen ser cocos grampositivos (Staphylococcus epidermidis y Staphylococcus aureus)4. Organismos gramnegativos y hongos son menos frecuentes. A continuación, se describe un brote epidémico en hemodiálisis por un inusual patógeno como es Pantoeaagglomerans (PA). Se han registrado casos por este bacilo en unidades de Oncología5 y en pacientes con enfermedad renal crónica en diálisis peritoneal, pero no brotes en hemodiálisis.
Se presenta un brote epidémico de bacteriemia por PA en un centro de hemodiálisis. La sospecha surgió ante la aparición en la misma semana de 3 casos de bacteriemia por un microorganismo no descrito en hemodiálisis, en pacientes de diferentes turnos, sin coincidir en el puesto de diálisis y siendo el personal de enfermería diferente.
De un total de 30 pacientes se vieron afectados 3 personas, 2 mujeres y un varón, de edad media 50±15 años (descripción clínica de los pacientes en tabla 1). Todos portadores de catéteres venosos permanentes yugulares. Ante el llamativo cuadro clínico de inicio durante la primera hora de tratamiento, con mal estado general, fiebre de hasta 40°C, hipotensión severa y en 2 de los casos acompañado de vómitos, se procedió a la desconexión, administrando empíricamente vancomicina 1 g y gentamicina (3-5mg/kg/postsesión) intravenosa. Ante la no mejoría clínica, los pacientes se trasladan al hospital de referencia.
Descripción clínica de los pacientes
Pacientes | Edad | Etiología enfermedad renal crónica | Tiempo en diálisis | Acceso vascular | Estado de inmunodepresión |
---|---|---|---|---|---|
Caso 1, mujer | 48 años | Pielonefritis crónica | 14 años | CVCT | Sí |
Caso 2, mujer | 84 años | Angioesclerosis | 7 años | CVCT | No |
Caso 3, varón | 70 años | Angioesclerosis | 22 años | CVCT | Sí |
CVCT: catéter venoso central tunelizado.
Se extrajeron hemocultivos periféricos, de catéteres, muestra del orificio de acceso vascular, exudados faríngeos y perianales, creciendo tan solo en hemocultivos periféricos de todos los casos PA, sustituyendo la antibioterapia empírica administrada a los pacientes por meropenem 1 g posdiálisis durante un total de 10 días, con resolución del cuadro infeccioso y sin aparición de complicaciones durante la estancia hospitalaria. Se notifican los casos a la autoridad sanitaria. Se iniciaron la investigación epidemiológica y el estudio microbiológico de la unidad, cultivos de aguas tratadas para hemodiálisis, líquido de diálisis, tampón bicarbonato, conexiones de los dializadores y líneas vasculares, de las conexiones de estos con los drenajes (hansens), de los drenajes y de las válvulas antirreflujos de las máquinas de diálisis, así como de los sumideros de la red de agua corriente, creciendo finalmente PA en este último eslabón de la cadena, considerando la hipótesis de que el personal de enfermería el que, tras el contacto con la red de agua corriente y la posterior manipulación de los accesos vasculares, sea el vector del microorganismo patógeno. Ante los resultados obtenidos, la correcta desinfección de todo el circuito de hemodiálisis de la unidad, sumideros de agua y actualizaciones de protocolos para enfermería sobre la manipulación de accesos venosos, no se volvieron a registrar más casos.
PA es un bacilo gramnegativo de la familia Enterobacteriaceae, que se aísla normalmente en plantas, frutas, vegetales, suelo, en ocasiones aislada en heces de humanos y animales. Suele causar infecciones nosocomiales en pacientes inmunodeprimidos, ancianos y en diálisis (hasta lo descrito, peritonitis en diálisis peritoneal y muy raramente afectación en hemodiálisis)6-8.
Las bacteriemias por gérmenes no convencionales deben ponernos sobre aviso para investigar posibles brotes. La contaminación de los sumideros de la red de agua corriente, el contacto entre esta y el personal de enfermería con la manipulación a continuación de los accesos vasculares fue la vía de la bacteriemia. La recomendación general ante una bacteriemia relacionada con catéteres es la retirada del mismo, pero en diálisis se acepta de inicio un tratamiento conservador para intentar preservar el acceso venoso, en ausencia de signos de infección grave. En nuestra experiencia, la detección precoz de PA, el foco del patógeno, la correcta desinfección de la red de agua corriente y del circuito de hemodiálisis, junto con la puesta al día de adecuadas medidas de asepsia por parte de enfermería ante la manipulación de catéteres y un tratamiento antibiótico correcto intravenoso, permitió una excelente evolución de los pacientes, evitó el recambio de los catéteres venosos yugulares y la no detección de nuevos casos.
Conflicto de interesesLos autores manifiestan la no existencia de conflictos de interés.