Las infecciones nosocomiales son padecimientos potencialmente evitables, con un alto costo socioeconómico1. El acceso vascular para hemodiálisis es sometido constantemente a manipulación por el personal de salud, por lo que en estos pacientes el riesgo de infecciones del torrente sanguíneo se incrementa de manera considerable2.
Achromobacter es un bacilo aerobio gramnegativo, no fermentativo, del orden Burkholderiales, ampliamente distribuido en la naturaleza3. Se ha obtenido de diversos tipos de muestras ambientales procedentes de superficies en unidades hospitalarias4. En el contexto de pacientes en hemodiálisis, se han descrito pocos casos de infección por este microorganismo5,6. Ha sido identificado en brotes en otras cohortes de pacientes, y a menudo se asocia con la atención médica o con el uso de soluciones antisépticas7–10. A la fecha, no se han registrado brotes epidémicos asociados con esta bacteria en ningún tipo de pacientes en México.
Se presenta un brote de bacteriemias causadas por dos especies de Achromobacter en pacientes de hemodiálisis en un hospital de Guadalajara, México. El objetivo fue identificar la fuente de infección para establecer medidas para su control y caracterizar el cuadro clínico de los casos.
El estudio de brote se desarrolló entre abril y julio del 2019, se incluyeron todos los pacientes adscritos a la Unidad de Hemodiálisis (UH) del hospital. Se consideraron como casos sospechosos, aquellos pacientes que en ese periodo recibieron sesiones de hemodiálisis en la UH y que hayan presentado fiebre o escalofrío después de alguna sesión. A todos ellos se les realizó la toma de una muestra de sangre para hemocultivo.
Para identificar la fuente del contagio entre los pacientes, se recolectaron muestras de las superficies con potencial riesgo de contaminación: lavamanos, aparatos y sillones para hemodiálisis y soluciones para antisepsia del sitio de inserción del catéter.
De los 207 pacientes adscritos a la UH, 34 (16%) presentaron sintomatología compatible con bacteriemia. En 17 de estos pacientes se confirmó el diagnóstico de bacteriemia por Achromobacter, en 10 casos se aisló Achromobacter xylosoxidans (59%) y en siete Achromobacter denitrificans (41%).
Todos los casos confirmados presentaron escalofrío durante las sesiones, pero en la entrevista vía telefónica refirieron haber presentado otros signos y síntomas. En seis de los casos (35%), hubo presencia de fiebre, taquicardia en 12 (71%), hipotensión en cuatro (24%) y taquipnea en uno (6%).
Destaca que todos los casos portaban catéter temporal para hemodiálisis, 16 de ellos (94%) lo tenían por más de seis meses. Las principales características clínicas y demográficas se muestran en la tabla 1.
Principales características clínicas y bioquímicas de los casos de bacteriemia por Achromobacter spp.
Variable | Casos de bacteriemia por Achromobacter spp. |
---|---|
N | 17 |
Sexo, hombre/mujer | 8/9 |
Edad en años (promedio ± DE) | 52 ± 18 |
Acceso vascular, catéter temporal/fístula arteriovenosa | 17/0 |
Meses desde la instalación del acceso vascular | 31 ± 33 |
Catéter temporal por más de 6 meses (%) | 16 (94) |
Diabetes mellitus (%) | 9 (53) |
Hemoglobina, g/dL (promedio ± DE) | 9 ± 2 |
Leucocitos, 103/L (promedio ± DE) | 7 ± 3 |
Leucocitosis (%) | 3 (18) |
Leucopenia (%) | 3 (18) |
Plaquetas, 103/L (promedio ± DE) | 203 ± 74 |
Linfocitos, 104/μL (promedio ± DE) | 1 ± 0,6 |
Monocitos, 104/μL (promedio ± DE) | 0,5 ± 0,2 |
Eosinófilos, 104/μL (promedio ± DE) | 0,2 ± 0,2 |
Neutrófilos, 104/μL (promedio ± DE) | 5 ± 0,3 |
Creatinina, mg/dL (promedio ± DE) | 9 ± 4 |
Glucosa, mg/dL (promedio ± DE) | 102 ± 65,6 |
Urea, mg/dL (promedio ± DE) | 96 ± 50,8 |
DE: desviación estándar.
El 05 de mayo, la UH reportó a la Unidad de Vigilancia Epidemiológica (UVE) la presencia de varios casos de bacteriemia aparentemente asociados. El laboratorio de microbiología (LM) notificó el mismo día la presencia de un microorganismo no reportado previamente. El 15 de mayo, la UVE integró esta información y declaró la presencia del brote en la UH con nueve casos confirmados, por lo que se intensificó la vigilancia de las medidas de higiene de manos y se realizaron rutinas de limpieza exhaustivas para contener el brote sin suspender las actividades. La figura 1 muestra la curva epidémica, de acuerdo con la fecha de confirmación de los casos.
Los resultados del muestreo bacteriológico ambiental reportaron la presencia de Achromobacter xylosoxidans y Achromobacter denitrificans en la solución desinfectante de cloruro de benzalconio, obtenida de los frascos usados en el área de hemodiálisis, y en galones sin abrir de uno de los lotes del producto que se encontraban en el almacén de la unidad, y se ordenó la suspensión de su uso. En los cultivos de las muestras de superficies y de otras soluciones, no se observó crecimiento de ningún organismo.
Los casos confirmados se concentraron exclusivamente en el área de hemodiálisis, debido a que la solución desinfectante era usada únicamente en este servicio.
Después del retiro de la solución desinfectante del hospital, no se presentaron más casos, el último caso se identificó el día 18 de junio y el evento se dio por concluido el 01 de julio.
Todos los casos resolvieron la infección, no obstante, en nueve de ellos (53%) se hospitalizaron para continuar con el protocolo de estudio de bacteriemia, en tres de ellos se retiró el catéter y se recolocó el mismo día. Todos los pacientes sobrevivieron a la infección y continuaron con el tratamiento de sustitución renal sin complicaciones.
Se concluyó que la solución de cloruro de benzalconio, contaminada de origen, fue la responsable del brote. En el año 2015, esta solución de la misma marca estuvo asociada con un brote de Serratia marcescens en otra UH de un hospital de la misma ciudad.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.