Eikenella corrodens es un bacilo gramnegativo anaerobio colonizador de la flora oral, aparato respiratorio superior y superficies mucosas del aparato digestivo y genitourinario. Las infecciones más frecuentes producidas por este germen son las de cabeza y cuello seguidas de infecciones pulmonares, intraabdominales, cutáneas, óseas, endocarditis y abscesos pélvicos. Suele presentarse como infección polimicrobiana y oportunista en pacientes inmunocomprometidos, siendo más frecuente si tienen morbilidad asociada.
Se trata de un germen de difícil crecimiento en medios no selectivos por lo que su cultivo, aislamiento e identificación son complejos. El tratamiento de elección son las cefalosporinas de tercera generación, carbapenemes y fluoroquinolonas1. No es productor de betalactamasas y es resistente a cefalosporinas de primera y segunda generación, metronidazol, clindamicina y aminoglucósidos2–5.
Prevotella oralis es un bacilo gramnegativo anaerobio que forma parte de la mucosa oral, gastrointestinal y vaginal. Provoca principalmente episodios de periodontitis, aunque también puede ser causa de infecciones ginecológicas, urinarias, osteomielitis y de tejidos blandos entre otras6. Es sensible a penicilina y cefalosporinas, aunque en los últimos años se ha visto hasta casi un 40% de productoras de beta-lactamasas7. Suele presentarse en coinfección con otros gérmenes, sobre todo anaerobios.
Describimos el caso de un varón caucásico de 50 años con enfermedad renal crónica secundaria a enfermedad de Berger que inició diálisis peritoneal a los 41 años. Al año recibió un trasplante renal de donante cadáver con pérdida precoz del injerto por trombosis arterial. El segundo trasplante ocurrió 2 años después con un régimen de inmunosupresión inicial de prednisona, micofenolato y tacrolimus con suspensión de corticoides a los 6 meses por necrosis avascular de ambas caderas. Reinició diálisis peritoneal tras 6 años de trasplante por disfunción crónica del injerto.
El paciente presentó un episodio de peritonitis, diagnosticado por líquido peritoneal turbio y recuento celular de 124cél/μl con el 88% de polimorfonucleares, por lo que se inicia tratamiento de manera empírica con cefazolina y tobramicina intraperitoneales (IP) según protocolo de infección de peritonitis de nuestro centro. En el cultivo crece Eikenella corrodens que en nuestro caso es sensible a aminoglucósidos por lo que se continúa el tratamiento con el mismo, suspendiendo la cefalosporina. El paciente presenta mejoría inicial y recuento celular de líquido peritoneal <100cél/μl a los 5 días de tratamiento. A la semana del episodio acude de nuevo por líquido turbio y 234cél/μl en líquido peritoneal asociándose vancomicina IP de manera empírica y se realiza una nueva tanda de cultivos en donde crece Prevotella oralis resistente a penicilina y Enterococcus faecalis. El paciente continúa con mala evolución alcanzando la cifra de 1.962cél/μl por lo que se decide realizar un TAC abdominal objetivándose engrosamiento parietal difuso del colon ascendente y ciego e inflamación de la grasa mesentérica adyacente. Al no presentar mejoría y ante los hallazgos radiológicos se asocia metronidazol al tratamiento de tobramicina y vancomicina además de realizar nuevo cultivo de líquido peritoneal; en este crece en unos días Escherichia coli y Bacteroides merdae, este último resistente a metronidazol. Se suspende todo el tratamiento antibiótico anterior y se inicia imipenem intraperitoneal con una dosis de carga de 500mg y posteriormente con 200mg/intercambio durante 15 días con la completa resolución del cuadro sin necesidad de retirar el catéter.
Eikenella corrodens y Prevotella oralis son 2 gérmenes anaerobios de la flora habitual de las mucosas oral y gastrointestinal. Habitualmente presentan infección con otros gérmenes anaerobios8, por lo que se recomienda iniciar tratamiento con más de un fármaco de los habitualmente sensibles durante tiempo prolongado, por lo menos 3 semanas.