Presentamos el caso de una mujer de 43 años con enfermedad renal crónica de base secundaria a una nefritis intersticial crónica diagnosticada mediante biopsia renal. Receptora de un trasplante renal de donante cadáver tipo muerte encefálica en 2017 de bajo riesgo inmunológico en tratamiento inmunosupresor con prednisona, tacrolimús y everolimús, a los 2 años tras el trasplante renal presenta un aumento de la proteinuria hasta 2,2 g/24 h sin hematuria ni deterioro de la función renal asociado. Dentro del estudio, destaca la detección de anticuerpos antidonante específicos contra B27 con intensidad de fluorescencia media de 1.000 con resto del estudio dentro de la normalidad. Se realiza biopsia renal con diagnóstico de nefropatía membranosa de novo estadio III, sin hallazgos sugestivos de rechazo. Se solicitaron anticuerpos circulantes frente al receptor tipo M de la fosfolipasa A2 (antiPLA2R), que fueron negativos, y se descartaron otras posibles causas secundarias. Se inició tratamiento antiproteinúrico con inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina y se cambió de everolimús a ácido micofenólico, con una mejoría progresiva de la proteinuria hasta ser el último control de 0,766 g/d. La nefropatía membranosa de novo es la glomerulopatía de novo más frecuente en el trasplante renal. Por ello es importante conocer la asociación con otras patologías (virus de la hepatitis C [VHC], síndrome de Alport o rechazo mediado por anticuerpos), presentación clínica y hallazgos anatomopatológicos característicos que permitan identificarla.
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