NECROLÓGICA Fernando Valderrábano Quintana Fernando Valderrábano Quintana, Codirector de la 3ª Conferencia Internacional sobre Hipertensión y Riñón, Jefe del Servicio de Nefrología, Catedrático de la Universidad Complutense y Presidente del Consejo del Cuerpo Médico del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, falleció a comienzos del mes de septiembre después de una breve pero irreversible enfermedad, que sin embargo no fue capaz de minar ni en un ápice la energía que manaba de su irrepetible personalidad hasta el último momento. Querido Fernando: Al escribir estas líneas de recordatorio me embarga una gran tristeza que se mezcla con el cariñoso recuerdo de tu persona que como maestro, compañero y amigo nos ha acompañado durante estos más de 30 años desde que viniste al antiguo Hospital Provincial con tu enorme bagaje de ilusiones juveniles, para desarrollar el Servicio de Nefrología que ha sido tu gran labor profesional y en el que supiste definir la Nefrología y conseguir un prestigioso Servicio que es orgullo de la Nefrología Española y en el que se ha formado un espléndido grupo de nefrólogos incluyendo una pléyade de nefrólogos latinoamericanos. Toda tu labor profesional ha estado guiada por la dedicación a los enfermos, ya que como médico supiste impregnar todas tus actuaciones con un especial cariño, amor y vocación exclusiva de servicio a tus pacientes. El agradecimiento de todos ellos y su cariño es la recompensa que te acompañó siempre. Con tu labor has conseguido engrandecer la Nefrología Española, hasta conseguir el buen lugar y prestigio que actualmente tiene entre la Comunidad Nefrológica Internacional. Una parte importante de ese prestigio, lo conseguiste tú con tu esfuerzo durante el período como Presidente de la Sociedad Española de Nefrología y posteriormente como miembro del Council de la ERA-EDTA, Director del Registro y personalidad científica de especial relevancia en las principales Sociedades Científicas Nefrológicas Internacionales. A partir de estas responsabilidades has sabido elevar el prestigio de la Nefrología Española y además has sido el "alma mater" de la Nefrología Latinoamericana, que supiste aglutinar a través de la Comisión Latinoamericana de Nefrología, que ha servido para apoyar el desarrollo científico nefrológico de Hispanoamérica y de la Nefrología en lengua castellana que hoy es una realidad, gracias fundamentalmente a tu esfuerzo y dedicación, y además para formar a una gran cantidad de excelentes nefrólogos de «allende los mares», que seguirán trasmitiendo tu enseñanza y serán el permanente recordatorio de tu personalidad docente. Igualmente como brillante investigador clínico que has sido, supiste liderar el esfuerzo investigador de éste, tu equipo, con excelentes resultados que han logrado el prestigio internacional del Servicio de Nefrología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Tocaste con brillantez todos los campos de la Nefrología y has sido referente obligado en todos los Foros Científicos relevantes de la Nefrología Internacional. Sin embargo, tu trayectoria profesional, científica y docente, con ser excepcionalmente relevante, no es lo más importante de tu aportación vital. Tu irrepetible personalidad y tu bonhomía, son las que han hecho posible toda tu actuación personal marcada por un impulso imparable dedicado a crear amplios espacios de relaciones personales y de amistad. Fuiste el mejor amigo de tus amigos y soporte de todos los que necesitaron tu ayuda. Viviste la vida con plenitud y siempre con una actitud positiva que te ha permitido incluso, saber aceptar con sencillez y enorme tranquilidad de espíritu, el término de tu dilatada vida llena de grandes experiencias, con la serenidad y orgullo de saber que aunque mucho más hubieras querido hacer, aquí permanece toda tu labor y a ti sólo te quedaba recibir el premio a ese enorme esfuerzo, la tranquilidad de recibir el merecimiento por el trabajo bien hecho. Dedicaste también, una parte de tu labor profesional a la gestión del Hospital Gregorio Marañón, como Subdirector médico, miembro electo de la Junta Facultativa y últimamente Presidente del Consejo del Cuerpo Médico. Todo lo fuiste en éste, tu hospital, que difícilmente va ha poder superar la enorme pérdida que ha supuesto tu marcha y te recordará siempre con mucho cariño, gran respeto y reverencia, como a uno de sus más ilustres miembros. Pero sobre todo, supiste ser un fiel servidor del mismo y eficaz representante de todos tus compañeros. Fernando, no te has ido, estarás siempre en nuestro recuerdo por que como dice tu mejor amigo Dámaso «permaneces entre nosotros con tu presencia viva, porque no es verdad que te has ido, sino que sólo has volado a una nube de algodón tras la que asomas tu pícara sonrisa, mientras continuas disfrutando de seguir entre nosotros». Descansa en paz. José Luño Fernández 1