Sr. Director de NEFROLOGÍA:
En respuesta a la carta del Dr. F. J. Martín Gil.
Debido a que la publicación (1) a la que se refiere el Dr. F. J. Martín Gil (2) se trataba de una editorial es posible que no se hayan podido explicar con suficiente detalle lo referido a ¿Material y Métodos¿.
El trabajo sobre las cifras aportadas por cada determinación de PTH se realizó del siguiente modo: a 150 pacientes en hemodiálisis se les extrajo sangre total. Los tubos se centrifugaron a continuación y después se alicuotaron. Entonces se guardaron todos a -80ºC. En todos los centros las alícuotas fueron descongeladas inmediatamente antes de su análisis, por lo que el hecho de estar más o menos tiempo la muestra descongelada, previamente al ensayo, no pudo influir en los resultados obtenidos.
Por otra parte, podemos asegurar que la diferencia de resultados no se debe a una mala conversión de unidades.
Como dice el Dr. Martín Gil, el suero para la determinación de PTH es una muestra delicada, que se degrada con facilidad. Y este es un punto importante a tener en cuenta por la Sección de Recepción de Muestras del Laboratorio.
Pero la diferencia de niveles aportada por los diferentes ensayos es un hecho real que se debe a los diferentes anticuerpos utilizados y a la diferente calibración de los ensayos. Este hecho puede, en algunos casos, convertir un valor normal en patológico o viceversa.
Por ello, la Sociedad Española de Nefrología, ha querido llamar la atención de los clínicos sobre este hecho. Los resultados de este trabajo han quedado plasmados en una pequeña tarjeta, en la que se facilitan las fórmulas de conversión de un valor de PTH obtenido por una determinada técnica al valor que se obtendría por el clásico ensayo de Nichols.
El grupo que ha realizado este trabajo tiene la intención, en fecha próxima, de escribir una publicación mas amplia al respecto.
Agradecemos la carta del Dr. Martín Gil, que nos ha permitido detallar algunos puntos que posiblemente no habían quedado suficientemente claros en la Editorial.