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La necesidad de un Acceso Vascular (AV) para Hemodiálisis (HD) es tan antigua como la propia HD, ya que para conducir una cantidad de sangre a un circuito de lavado es preciso «acceder» al torrente sanguíneo. Los comienzos de esta técnica ya fueron difíciles por la falta de un AV adecuado, y hasta el diseño de la Fístula Arterio-Venosa interna (FAVI), por Cimino y Brescia4, no se pudieron desarrollar programas de HD en pacientes crónicos. Sin embargo, el transcurrir de los años no ha resuelto el problema, siendo frecuente la existencia de dificultades técnicas y administrativas en cualquier intento de conseguir un AV. En 1995, un editorial en Nefrología5 denunciaba, por primera vez, la falta de normativas, técnicas y administrativas, sobre la práctica de AV para HD. Casi 10 años después seguimos igual. No disponemos de normativas y el AV es uno de los problemas de mayor comorbilidad en los pacientes que reciben HD, siendo la primera causa de ingresos hospitalarios de estos pacientes, así como responsable de un encarecimiento de los costes asociados al tratamiento con HD 6, 7. Por todo ello es imprescindible organizar la disponibilidad de AV conforme a criterios de eficacia y eficiencia, haciendo partícipes a todas las partes implicadas en su desarrollo y manejo, tanto administración como profesionales sanitarios. Es preciso tener en cuenta que las complicaciones originadas por el AV ocasionan el mayor consumo de recursos generados por este colectivo de pacientes, constituyendo la primera causa de ingreso hospitalario en los Servicios de Nefrología. Entre las diferentes formas de TSR, la HD es la modalidad inicial que se aplica a la mayoría de los pacientes. 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BIBLIOGRAFÍA 1. López Revuelta K, Saracho R, García López F, Gentil MA, Castro P, Castilla J y cols.: Informe de diálisis y trasplante año 8. 2001 de la Sociedad Española de Nefrología y Registros Autonómicos. Nefrología 24: 21-33, 2004. Registre de Malats Renal de Catalunya: Informe stadistic 2001. www.ocatt.net 2003 Annual Data Report. www.usrds.com Brescia MJ, Cimino JB, Appel K, Hurwich BJ: Chronic hemodialisis using venipuncture and surgically created arteriovenous fistula. N Eng J Med 175: 1089-1092, 1996. Perez-Bañasco V, Borrego FJ: «De la excelencia al caos». Nefrología 15: 6, 1995. Rayner H, Pisoni R, Gillespie B, Goodkin D, Akiba T, Akizawa T, Saito A, Young E, Port F: Creation, cannulation and survival of arteriovenous fistulae: Data from the Dialisis Outcomes and Practice Patterns Study. Kidney International 63: 323-33, 2003. 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J. A. Rodríguez Hernández, E. González Parra, J. M.ª Gutiérrez Julián, A. Segarra Medrano, B. Almirante, M.ª T. Martínez, J. Arrieta, C. Fernández Riv
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01. INTRODUCION 3/2/05 17:17 Página 1 NEFROLOGÍA. Volumen 25. Suplemento 1. 2005 Introducción Desde el inicio de la aplicación de las alternativas de tratamiento sustitutivo renal (TSR) a los enfermos con enfermedad renal terminal el número de pacientes tributarios de dicho tratamiento aumenta cada año en progresión lineal, sin que hasta el momento se detecte una estabilización en la incidencia de la mayoría de los Registros de Enfermos Renales. En la actualidad cerca de 45.000 pacientes en nuestro país (una ratio próxima a 1.000 pacientes por millón de población) están siendo tratados mediante algún tipo de modalidad de TSR1-3. La necesidad de un Acceso Vascular (AV) para Hemodiálisis (HD) es tan antigua como la propia HD, ya que para conducir una cantidad de sangre a un circuito de lavado es preciso «acceder» al torrente sanguíneo. 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Kidney Int 62: 1475-1477, 2002. 2