Sr. Director:
La venografia es una técnica realizada para conocer la localización de las venas del brazo, con el fin de elegir cual es la mejor opción de ellas para la realización de la fístula arteriovenosa, necesaria para la hemodiálisis. Presentamos el caso clínico de una paciente de 73 años, entre cuyos antecedentes personales destacaba diabetes mellitus e hipertensión arterial ambas de 20 años de evolución, fibrilacion auricular, estenosis mitroartótica, anemia crónica e insuficiencia renal crónica diagnosticada hace cinco años y en seguimiento en nuestro servicio de nefrología con una cretinina de 3 mg/dl y acalaramiento de 15 ml/min. Su tratamiento habitual era insulina, acenocumarol, seguril, hierro oral, doxazosina, atenolol, parches de dinitrato de isosobide, acido folico y omeprazol. La paciente acude al hospital porque desde hace 24 horas presentaba oligoanuria (150 ml/24 h), tras la realización de una venografia, la paciente no presentaba otro desencadenante de su oligoanuria. En la exploración física la paciente estaba afebril, con tensión arterial 130/60, AC: Rítmica. AP: murmullo vesicular conservado. EEII: No edemas, ni signos de TVP. En la analítica presentaba fórmula leucocitaria normal, Hemoglobina de 8.9, Plaquetas de 159.000. Urea 104, creatinina 7.2, Sodio 128, Potasio 4.6, LDH 564, Orina elemental: ph 5, densidad 1005, proteínas de tres cruces, sodio en orina 13 mEq/l y Potasio en orina de 53 mEq/l. En el ECG presentaba una fibrilación auricular con reapuesta ventricular controlada a unos 80 lpm, en las radiografías de tórax y abdomen no se observaba ninguna alteración radiológica. Durante su ingreso la paciente recibió tratamiento con sueroterapia intravenosa, diuréticos y n-acetilcisteína, presentando a los tres días del ingreso creatininas basales de 4 mg/dl.
La insuficiencia renal desencadenada por contraste intravenoso, tras la realización de una venografía es muy poco frecuente pero esta descrito como una de sus complicaciones1,2. La insuficiencia renal aguda causada por contraste se define de forma absoluta como un aumento de 0,5 mg/dl y de forma relativa como un incremento del 25% de los niveles de creatinina tras 48-72 h de su administración3.
La insuficiencia renal por contraste es mas frecuente en pacientes que previamente presentan algún grado de insuficiencia renal, pacientes con estado prediabético, en aquellos que tienen diabetes mellitus de años de evolución4-6 o en aquellos pacientes que presentan hiperuricemia7 (cifras mayores de 7 mg/dl para varones y de 5,9 mg/dl para mujeres). Su manifestación clínica más frecuente es la oligoanuria, por deterioro de la función renal, como consecuencia de la vasoconstricción renal y de la hipoperfusion medular8. La toxicidad por el contraste no presenta un tratamiento definido y hay distintas teorías de cual es el tratamiento más adecuado, en la literatura se describen tratamientos eficaces con sueroterapia y n-acetilcisteína9, pero también se describen artículos que no demuestran beneficio en el uso de estos tratamientos10.