Presentamos el caso de una mujer de 72 años con antecedentes de HTA, DM tipo 2 con síndrome metadiabético, IRCT secundaria a nefropatía diabética en programa de hemodiálisis periódica desde mayo del 2009 a través de catéter yugular derecho transitorio implantado varios meses antes. Actualmente estaba pendiente de la realización de nuevo acceso vascular, ya que las FAV realizadas previamente no fueron funcionantes.
La enferma ingresó por sepsis secundaria a infección del catéter yugular, por lo que se decidió la retirada del mismo y la canalización, primero de catéter femoral, y posteriormente de nuevo catéter yugular derecho (Mahurkar, 3,8 mm x 16 cm), localizando la vena yugular interna derecha por la vía anterior, sin control ecográfico. Se localizó correctamente dicha vena, y se introdujo la guía metálica, sin resistencia en la maniobra. La introducción del dilatador, previa a la implantación del catéter, no fue posible por la intensa fibrosis del tejido celular subcutáneo secundaria a los múltiples catéteres previos a ese nivel. Se procedió a retirar la guía metálica, pero sólo pudieron extraerse 5 cm, con enorme dificultad, permaneciendo el resto en la luz vascular. Una radiografía de tórax en decúbito mostró el acodamiento de la guía en la luz venosa, secundario a una probable estenosis en la vena yugular interna (figura 1). La paciente fue evaluada por el servicio de radiología vascular, que descartó la extracción de la guía mediante radioscopia ante el elevado riesgo de la maniobra. El servicio de virugía vascular, bajo anestesia local, realizó una incisión cervical profunda y, mediante manipulaciones y tracciones repetidas, extrajo la guía (figura 2). Tras el procedimiento la paciente permaneció estable hemodinámicamente, con anemización secundaria, que requirió transfusión sanguínea.
Este caso subraya la importancia de la obtención de FAV o accesos vasculares protésicos para hemodiálisis1, ya que, en esta enferma, dicho acceso hubiera evitado las dos complicaciones presentadas: la infección y la estenosis2 con atrapamiento de la guía, cuya liberación requirió cirugía, con el gran riesgo vital que supuso. También cabe destacar la utilidad de la ecografía3 o radioscopia en la implantación de catéteres por parte de los nefrólogos, lo que evitaría complicaciones como la descrita.
Figura 1. Acodamiento de guía metálica secundaria a probable estenosis en vena yugular interna. Ascenso de la guía hasta alcanzar la región cervical de la vena yugular interna.
Figura 2. Guía metálica doblada tras la extracción.