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Pues bien, la formación continuada de los profesionales que trabajamos en el Sistema Nacional de Salud no está financiada por nuestra empresa. Si preguntamos a los profesionales médicos cuantas veces han asistido a un Congreso, o a un taller de formación o a un seminario práctico sobre determinados avances financiados por su empresa la respuesta sería aplastante: prácticamente ninguno. La razón es bien sencilla: toda la financiación de la formación continuada de los profesionales sanitarios ha sido depositada en la Industria Farmacéutica que ha aceptado esa responsabilidad sin ninguna protesta. Y no solo en España sino que en todos los países europeos, Estados Unidos, Canadá, Australia... etc., esta relación médico-industria se rige por criterios más o menos similares. Así pues las empresas farmacéuticas pagan los desplazamientos, hoteles comidas e inscripciones de los médicos que acuden a los cursos o congresos de formación continuada. 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Vol. 24. Núm. 5.octubre 2004
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NEFROLOGÍA. Vol. XXIV. Número 5. 2004 EDITORIAL El médico y la industria farmacéutica A. L. M. de Francisco Presidente SEN Existen datos publicados en los que se concluye que un médico de 50 años en su labor diaria tan solo utiliza un 2% de aquello que aprendió durante la carrera de Medicina. Ello significa que la formación continuada en Medicina es tan importante que quien no se mantenga informado y formado continuamente difícilmente podrá ejercer su profesión con la calidad científica necesaria. Y esa formación es necesario que alguien la pague En la empresa la formación continuada de los empleados corre a cargo de sus presupuestos. ¿Se imaginan ustedes que la Volkswagen por ejemplo no destinara nada a la formación continuada de sus empleados? ¿Cómo podrían los ingenieros o mecánicos adaptar las innovaciones tecnológicas? Ciertamente la empresa destina una cantidad de sus presupuestos a formar a sus empleados. Obvio. 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