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La nefropatía isquémica es causa de hipertensión insuficiencia renal a largo plazo. Aunque su verdadera incidencia se desconoce en estos momentos, se estima que está aumentando, por un incremento de la edad media de la población y una mayor prevalencia de la población hipertensa y diabética. La evolución de la nefropatía suele ser progresiva aunque algunos pacientes pueden presentar un fracaso renal agudo (FRA), bien secundario a la administración de inhibidores del enzima de conversión (IECA) por trombosis de las arterias renales. La isquemia mantenida produce pérdida de masa renal y deterioro de la función renal, por lo que la enfermedad renovascular, además de originar hipertensión, es causa de insuficiencia renal (insuficiencia renal isquémica) potencialmente reversible. La prevalencia de la nefropatía isquémica es desconocida y a través de distintos estudios se ha realizado una estimación indirecta. 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La técnica utilizada más frecuentemente es el by-pass aortorrenal aunque a veces es necesario practicar previamente una reconstrucción aórtica. La mortalidad de esta técnica varía entre un 3 y un 13% en enfermos con una ateroesclerosis generalizada e insuficiencia cardíaca congestiva. HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y NEFROPATÍA ISQUÉMICA Angioplastia renal transluminal percutánea y endoprótesis vascular La angioplastia renal transluminal percutánea (ARTP) es una opción muy atractiva porque tiene una mortalidad y morbilidad muy bajas. Sin embargo, tiene una eficacia limitada en la enfermedad ateromatosa con afectación del ostium de la arteria renal como ocurre en la mayoría de los enfermos con nefropatía isquémica de esta etiología. El porcentaje de mejoría con esta técnica varía entre el 20 y el 53% presentando, sin embargo, una incidencia alta de reestenosis y deterioro de la función renal a corto plazo. 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Hipertensión arterial y nefropatía isquémica
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J. M. ALCÁZAR , J. L. RODICIO
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NEFROLOGÍA. Vol. XXII. Suplemento 2. 2002 Hipertensión arterial y nefropatía isquémica J. L. Rodicio y J. M. Alcázar Servicio de Nefrología. Hospital 12 de Octubre. Madrid. La nefropatía isquémica es causa de hipertensión insuficiencia renal a largo plazo. Aunque su verdadera incidencia se desconoce en estos momentos, se estima que está aumentando, por un incremento de la edad media de la población y una mayor prevalencia de la población hipertensa y diabética. La evolución de la nefropatía suele ser progresiva aunque algunos pacientes pueden presentar un fracaso renal agudo (FRA), bien secundario a la administración de inhibidores del enzima de conversión (IECA) por trombosis de las arterias renales. La isquemia mantenida produce pérdida de masa renal y deterioro de la función renal, por lo que la enfermedad renovascular, además de originar hipertensión, es causa de insuficiencia renal (insuficiencia renal isquémica) potencialmente reversible. 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