Recientemente lideramos una iniciativa multinacional hacia la estandarización de nuestra nomenclatura nefrológica en español1, a raíz de la conferencia de consenso sobre nomenclatura (inglesa) de la función y enfermedad renal promulgada por la Kidney Disease Iniciative Global Outcomes (KDIGO)2. Entre otros aspectos también poníamos de manifiesto la existencia de una cierta discriminación de terminología clásica de origen latino como el adjetivo «renal»3. Era sin duda de gran interés también que el Registro Latinoamericano de Diálisis y Trasplante Renal y el Comité de Injuria Renal Aguda (IRA) de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) editaran también una propuesta de Consenso Iberoamericano de Homogeneización de Nomenclatura4.
En la iniciativa mencionada1, fundamentalmente orientada a conceptos sobre la enfermedad renal crónica (ERC), ya nos hacíamos eco de que la aparición de nueva terminología de origen anglosajón como Acute Kidney Injury (AKI) había originado una evidente dispersión en español (desde fallo o «falla», alteración, fracaso, insuficiencia, daño, lesión o incluso «injuria» -evidente anglicismo- renal aguda)5. El término «fallo o falla» renal (por el inglés «failure») contiene contradicciones en las propias definiciones de las guías KDIGO y SLANH (en un lugar definidas simplemente como duración de la enfermedad renal > tres meses y, en otro, como equivalente a «fracaso» renal o ERC G5 (con o sin tratamiento renal sustitutivo)2,4. De este modo, ya habíamos enfatizado que «fracaso» renal agudo (FRA), en concordancia con las guías KDIGO6, sería equivalente a AKI estadio 3 por lo que los términos daño, injuria, lesión, fallo (o falla) renal agudo no implicarían necesariamente «fracaso» renal. Asimismo, se sugería no usar «daño» o «injuria» renal (a pesar de las denominaciones de algún Comité) por varias razones que iban desde la ausencia de tradición o a que el término AKI era un cambio meramente cosmético que se sigue definiendo por la imprecisa función renal y no por marcadores objetivos de lesión estructural, independientes de la función. Es de remarcar también la introducción del concepto internacional de enfermedad renal aguda (ERA) (deterioro de la función renal mayor a siete días y menor de tres meses) referida, por consenso, a la transición tras un episodio agudo hacia los criterios ya establecidos de ERC (tabla 1).
Terminología aceptada de la cronología y gravedad del continuo lesión renal aguda (LRA), enfermedad renal crónica (ERC). El término «insuficiencia renal aguda» sería un término que, aunque antiguo, permitiría englobar tanto el concepto también propuesto de «alteración» de la función renal como los distintos estadios de gravedad. La gradación de la gravedad también podría denominarse «estadio» ya que la RAE lo describe como el «periodo o fase de un proceso»
Terminología aceptada | ||||
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Lesión renal aguda | Enfermedad renal aguda | Recuperaciónrenal | Enfermedad renal crónica | |
Tiempo de evolución | < 7 díasa | ≥ 7 díasa | Recuperación temprana (< 7 días)bRecuperación tardía (≥ 7 días)b | ≥ 3 mesesa |
Gravedad | Grado 1 | Grado 1 | Grado 3 | Grado 1 |
Grado 2 | Grado 2 | Grado 2 | Grado 2 | |
Grado 3 | Grado 3 | Grado 1 | Grado 3a y 3b | |
Grado 4 | ||||
Grado 5 |
Adaptado de:
Por todo ello, comprendemos que la evolución conceptual del modelo actual de lesión renal aguda (LRA) (fig. 1) no solo ha permitido introducir nuevas definiciones a la nomenclatura, sino que además ha ampliado el conocimiento de nuevos mecanismos de lesión renal, por lo que entendemos que la pronta homogeneización de los términos disfunción, lesión, fracaso renal agudo es imprescindible.
Evolución del modelo conceptual de la lesión renal aguda (LRA): desde el diagnóstico clínico al molecular.
ADQI: Acute Disease Quality Initiative; AKIN: Acute Kidney Injury Network; ERA: enfermedad renal aguda; KDIGO: Kidney Disease Improving Global Outcomes; LRA: lesión renal aguda.
Esta llamada de atención urgente se produce también con relación a la existencia del Grupo de «Fracaso Renal Agudo» de la Sociedad Española de Nefrología, interesado recientemente (entre otros temas) en conocer el papel de la nefrología en el manejo de las técnicas depurativas en las unidades de cuidados intensivos, pero que debería también tener en cuenta terminológicamente el concepto más amplio y precoz de LRA. De hecho, es posible tanto la presencia de pacientes con deterioro agudo de la función renal [AKI 1-3 o FRA (AKI 3)] y LRA, como también pacientes con deterioro de la función renal sin lesión estructural («pseudoworst renal function» o «permisive AKI», en terminología anglosajona)7,8. Por ello, y para respetar términos ampliamente usados, quisiéramos subrayar que el término fracaso renal agudo y su acrónimo FRA debería reservarse solo para pacientes con criterios KDIGO (AKI 3). Por otra parte, y teniendo en cuenta que la creatinina es el único biomarcador ampliamente disponible, el término insuficiencia renal aguda ([IRA], en sus diversos estadios 1-2-3, basados en la clasificación internacional KDIGO)6 sería un término que, aunque antiguo, permitiría englobar tanto el concepto de «alteración» de la función renal como los distintos estadios de gravedad. Sin embargo, el acrónimo IRA podría prestarse a confusión con el de insuficiencia respiratoria aguda. Por otra parte, es cada vez más utilizado el término LRA, al ser bien conocido que la lesión estructural precede a la alteración funcional (LRA subclínica, «angina» renal o estrés renal agudo)9.
Finalmente, es importante destacar como ya mencionábamos1, que esta dispersión (o, por el contrario, homogeneización) en la nomenclatura adquiere hoy en día gran relevancia si pensamos en la eficiencia, no solo de nuestras búsquedas bibliográficas sino, más importante aún, anticipándonos y pensando en el uso de las nuevas herramientas de Inteligencia Artificial/Machine-Learning y la explotación del Big-Data en este contexto. Más aún, debemos anticiparnos a mejorar no sólo la importancia de la nomenclatura en definir no solo la LRA sino también consensuar adecuadamente con objetivos asistenciales y epidemiológicos los términos de recuperación renal basados en la disminución de la gravedad o la velocidad de recuperación, incluso teniendo en cuenta que no siempre la disminución de la creatinina a valores basales significa una reparación ad integrum10.
Conflicto de interesesLos autores no tienen ningún conflicto de intereses.